Es desalentador el informarse de los criminales desmanes de unos, e irresponsables procedimientos de otros, creando dificultades a lo que debería ser momentos de felicidad, de esparcimiento y euforia para quienes llegan a nuestra patria en calidad de turistas.
Es, también, razón de orgullo el saber que hay ciudadanos como Fernando Balseca y Aldo Faidutti, que se dan el trabajo, y se toman el tiempo para, de una manera responsable y valiente, dar a conocer a la ciudadanía y autoridades, de los abusos y atracos de los que son víctimas los turistas. Me permito las siguientes sugerencias que, creo, ayudarían a implementar el servicio y, de paso, mejorar la opinión turística sobre nuestra nación, siempre y cuando las autoridades competentes estén dispuestas a colaborar a fin de proteger la industria turística, ayudando al turista.1.- El nombre de la persona que funge como Oficial de Tránsito debe estar “bordado” y claramente visible en la pechera de la camisa o chaqueta que usen los agentes.
2.- El número del carro patrulla y nombre de la ciudad a la que pertenece deben estar escritos en ambos lados de dicho vehículo. El número que identifica al carro debe ser de un tamaño no menor a dos decímetros.
3.- Que todo departamento de policía disponga de un número telefónico dedicado solo a ayudar, socorrer al turista y proceder al trámite inmediato de sus denuncias.
4.- Que todos los consulados de la nación entreguen un folleto informativo a las personas que soliciten visa de turista. En el folleto se le pide al turista que, por favor, denuncie los malos tratos que reciban, para esto, en el folleto constarán todos los números telefónicos y dirección de los centros policiales. Solicitarles que pongan empeño en leer y reportar tanto el número del carro así como el nombre “bordado” en la pechera del Agente de Tránsito que pretenda chantajearlos.
5.- Que la casa de hospedaje u hotel que incumpla los contratos con el turista, se los multe “ifso-facto” con el triple del valor pactado y ese dinero se lo entregue al turista como retribución por su cooperación y satisfacción por las dificultades que se le haya ocasionado.