La mochila que cargaba Steve Frappier llevaba en su interior una computadora Macbook Pro, que recibió el disparo y evitó que el hombre resultara herido. Foto: Twitter / @AppleNewsAU
Steve Frappier se encontraba en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en Florida (Estados Unidos), justo en el momento en que ocurrió el tiroteo del pasado viernes 6 de enero de 2017. El incidente dejó un saldo de 13 personas con heridas de bala, de las cuales cinco fallecieron.
Frappier también recibió un impacto de bala en la espalda. Sin embargo, la mochila que cargaba llevaba en su interior una computadora Macbook Pro, que recibió el disparo y evitó que el hombre resultara herido, según asegura en una entrevista con CNN .
El hombre de 37 años es un consejero escolar en la ciudad de Atlanta (estado de Georgia) y se dirigía hacia Florida con motivo de una conferencia sobre educación que se llevaría a cabo en Fort Lauderdale. Frappier se encontraba en el transportador de equipaje retirando sus maletas cuando el hombre armado comenzó a disparar de manera aleatoria contra la multitud.
Según su relato, comenzó a escuchar sonidos parecidos a petardos. Sin embargo, asegura que “no le puse mucha atención porque en los aeropuertos siempre hay sonidos ruidosos”, según recoge el diario estadounidense Miami Herald.
Pero algunos segundos después, Frappier escuchó que alguien gritaba: “¡Tiene un arma! ¡Bótense al piso!”. En aquel momento, las personas que se hallaban en la terminal aérea comenzaron a dispersarse y a intentar tomar refugio. “No dijo nada durante todo el tiroteo. Estaba tranquilo y calmado. No hizo ni una mueca”, comentó el sobreviviente sobre la actitud del sospechoso.
Mientras se refugiaba detrás del área de maletas, relata que presenció cómo un hombre recibía un impacto de bala en la cabeza. “Su esposa estaba gritando, mientras se mantenía estática a su lado”, aseguró.
Poco después, Frappier sintió un impacto en su espalda. En aquel momento, creyó que se trataba de alguna maleta que le había caído encima desde la rampa de equipaje, donde el educador se había refugiado para evitar al pistolero.
Una vez terminado el terrorífico episodio, el hombre relata que se dirigió al baño de la terminal. Allí, se sacó su mochila de la espalda y la abrió. Dentro de esta se encontraba la Macbook Pro que le habían dado en su trabajo. En la parte inferior de la computadora encontró un impacto de bala.
Frappier entonces entregó la computadora como posible evidencia a agentes del FBI. Los integrantes de la agencia de seguridad federal abrieron la laptop y hallaron una bala de nueve milímetros, el mismo calibre de la pistola que había utilizado el atacante. “Si no hubiera tenido la mochila puesta, la bala me hubiera dado justo en medio de los hombros”, aseguró el hombre y concluyó que “todavía no lo puedo creer”.