Ecuador es uno de los pocos países de la región que cuenta con políticas para el manejo de basura electrónica. Foto: Vicente Costales / Archivo EL COMERCIO
Ecuador está entre los países que menos basura electrónica producen por habitante, según un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con el estudio ‘El Monitor global de la basura electrónica 2017’ de la ONU, durante el 2016 Ecuador produjo un promedio de 5,5 kilogramos de basura electrónica por cada habitante. Durante ese año, el país emitió un total de 90 000 toneladas de basura electrónica.
El informe destaca que, aunque uno de los principales problemas de Latinoamérica es la falta de regulación sobre el tema de basura electrónica, Ecuador ha sido uno de los pocos países de la región que ha implementado reglas específicas para regular el tratamiento de la basura electrónica.
Con Ecuador, son solo siete los países que tienen leyes sobre el tratamiento de desperdicios electrónicos en el continente. Los otros son Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú.
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Según el estudio, entre los países que más generan basura electrónica están Brasil y México. Este último genera 1 032 millones de toneladas de basura electrónica anualmente, lo que lo ubica como uno de los mayores generadores de este tipo de residuos en América Latina, dijo Ilse Moreno, de la empresa Recicla Electrónicos México (REMSA).
Moreno explicó que en México ocho de cada nueve equipos electrónicos se convierten en basura que llega a rellenos sanitarios, barrancas o tiraderos clandestinos, o bien acaban arrumbados en casa, y solo uno se recicla.
El estudio señala que en la región se generaron 11,6 kilos de residuos electrónicos por habitante en 2016 y solo se recicla el 17%.
Moreno indicó que “cada kilogramo de equipos electrónicos reciclados es equivalente a un kilogramo de combustible no utilizado, un kilogramo de basura no quemada, enterrada, tirada al mar o exportada de manera ilegal a otros países”.
Agregó que en REMSA, empresa mexicana sustentable, se acopia, reúsa y reciclan de manera integral las materias primas recuperadas de la basura electrónica. “El objetivo es evitar que estos desechos contaminen el medioambiente y afecten la salud de las comunidades”, expuso.
Los residuos electrónicos contienen contaminantes como mercurio, berilio o plomo que generan afectaciones a la salud humana, algunas asociadas al cáncer. Si la basura electrónica se quema, se producen sustancias altamente tóxicas como dioxinas y furanos que reaccionan cuando son expuestos directamente a las inclemencias del clima. El agua, el sol, el aire o los cambios de temperatura los convierten en un riesgo latente.
Destacó que “si los residuos electrónicos son reciclados de manera correcta no representan un riesgo para la salud”.
Moreno, soporte comercial de REMSA, señaló que uno de sus objetivos es crear una cultura de reciclaje y contribuir de manera significativa en el combate al cambio climático.
Los materiales que reciben para su transformación en materiales reutilizables son computadoras portátiles y tabletas, impresoras, bocinas, teléfonos celulares, cargadores, consolas de videojuegos, reproductores de música, equipos de telefonía y DVDs, entre otros.
“Reincorporamos cuatro materias primas (plástico, metal, vidrio y componentes electrónicos) a cadenas productivas para evitar la explotación de más recursos naturales vírgenes”, indicó.
Asimismo, explicó que el acopio de residuos se hace a través de la aplicación para dispositivos móviles JERapp (Junta, Entrega y Recicla), que permite conectar con público, empresas o instituciones que tienen productos para reciclar, facilitando el envío mediante un sistema de paquetería que recoge de la basura en cualquier localidad del país.
Estos productos llegan a la empresa recicladora para el aprovechamiento de los materiales rescatados y reincorporarlos a las cadenas productivas y económicas.
JERApp también colecta ropa y accesorios de vestir, libros, juguetes, equipo deportivo, instrumentos musicales, muebles, herramientas, equipo de seguridad y medicinas, entre otros enseres.
De acuerdo con la asociación civil Punto Verde, aliada de REMSA, “los desperdicios electrónicos se originan principalmente en Norteamérica y Europa, pero terminan su camino en Ghana, China, India y Pakistán, y otros países sin regulaciones ambientales”.
Con el reciclaje de residuos electrónicos “se puede contribuir en la preservación de nuestros entornos naturales libres de todo el daño que puede llegar a hacer este tipo de basura si no se llega a disponer de ella correctamente”, indicó Moreno.
Sostuvo que las personas no reutilizan ni le dan un manejo adecuado a este tipo residuos “por la falta de conciencia sobre todas las consecuencias que trae consigo el mal manejo de equipos electrónicos obsoletos”. “Se necesita más información e interés para concienciar al público sobre sus hábitos de consumo y generación de la basura electrónica, y poder generar un cambio positivo en nuestro México”, finalizó.