No siempre es el arquero titular de la Selección, pero los técnicos lo eligieron como el mejor del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol 2012. Sus atajadas fueron determinantes para que Barcelona asegurara su título 14.
Máximo Banguera, de 27 años, casualmente recibió 15 votos de los 24 entrenadores que participaron en la encuesta. Alexander Domínguez lo sigue en la elección con siete votos. El arquero albo es el dueño del puesto en la Selección que lidera el DT Reinaldo Rueda.
¿Qué marcó la diferencia entre ambos? En que Banguera y su club terminaron el año con el arco menos vencido del torneo local. En 44 encuentros recibieron 34 tantos. De esos, al ‘Cachetón’, como le dicen sus compañeros de cariño, le encajaron 25. Domínguez recogió 43 balones desde las redes.
Uno de los mejores amigos de Banguera es Segundo Matamba, quien trabaja en la escuela de fútbol que el meta posee en Guayaquil. “Es imposible encontrar a alguien que hable mal de él. Máximo es una persona muy noble, de gran corazón”, refirió el también ex zaguero canario.
Bajo los tres palos, Banguera demostró elasticidad, reflejos, liderazgo y ubicación. Su mejor arma es su potente saque que llega de arco a arco.
Es propicio para generar contragolpes. Sin embargo, su debilidad está en sus salidas, pues deja rebotes que son aprovechados por los adversarios.
“Es mucho más maduro futbolísticamente. No comete los errores que en sus inicios. Bajo el arco es casi impasable, pero realmente sí necesita mejorar en las salidas. Su principal virtud es el liderazgo que ejerce, su don de mando”, opinó el ex golero René Esterilla. Ambos se enfrentaron por última vez en el 2009, cuando Banguera y Barcelona enviaron a Liga de Portoviejo a la Serie B, con Esterilla en el pórtico. Hoy, Esterilla también colabora en la escuela de fútbol.
Banguera es uno de los líderes de Barcelona. Él siempre habla en representación de sus compañeros para negociar los premios.
Carlos Calderón, quien lo dirigió en Espoli en el inicio de la carrera de Banguera, lo recuerda. Aún conversan por teléfono. “En Espoli potenciamos especialmente su saque. Siempre tuvo fuerza en la pierna, pero no sabía darle la dirección adecuada. Ahora con él se generan los ataques”, contó.
El propósito para el 2013, “será volver a la titularidad” en la Tri, aseguró el guardameta porteño.