Con un Mundial y una Eurocopa en el bolsillo, el seleccionador español, Vicente del Bosque, afronta en Brasil el reto de sumar una nueva corona mundialista a un exitoso currículum, que también incluye un título de mejor entrenador de 2012 con la Roja.
Del Bosque, al que el rey Juan Carlos I de España otorgó el título de marqués tras su éxito en el Mundial de Sudáfrica-2010, se hizo cargo de la selección en 2008 tras la salida de Luis Aragonés, y desde entonces en 86 partidos ha cosechado 71 victorias, 8 derrotas y 7 empates.
El marqués de Del Bosque, nacido en Salamanca hace 63 años, apostó por la continuidad en una selección que acababa de lograr en 2008 su primera Eurocopa desde 1964 con un atractivo juego de toque, el conocido “ tiqui-taca ” .
Apoyado en una gran generación de jugadores, Del Bosque ganó el siguiente Mundial de Sudáfrica-2010 y la Eurocopa de Polonia/Ucrania-2012, acrecentando su leyenda.
Solamente la Copa Confederaciones se le sigue resistiendo tras caer en las semifinales en Sudáfrica en 2009 y en la final ante Brasil el pasado año.
“De vez en cuando es importante perder” , afirmó, el 1 de julio pasado, tras caer por un contundente 3-0 ante la selección anfitriona en Maracaná.
Elegante tanto en las victorias como en las derrotas, Del Bosque reconoció que la derrota “ fue merecida ” , aunque no perdió su fe en su estilo de juego: “ Tenemos jugadores buenos, estilo de juego definido y no tenemos que estar cambiando por una derrota ” .
Bonachón, diplomático y sencillo
Esta diplomacia y tranquilidad, sus declaraciones siempre mesuradas y su sencillez han hecho de este hombre de aspecto bonachón y bigote característico una de las personas más queridas por los españoles.
Los aficionados aprecian también muchos de sus gestos como cuando en octubre de 2010, con motivo de la entrega del premio Príncipe de Asturias, la versión española de los Nobel, a la selección española en la categoría de Deportes, invitó también a recoger el premio a Luis Aragonés, que estaba de invitado en el acto, en un lugar secundario.
En las celebraciones de los títulos también ha dejado ver su lado más humano, invitando a participar de la fiesta a su hijo Álvaro, nacido en 1989 con síndrome de Down.
El éxito de Del Bosque con la Roja, con la que ha renovado hasta la Eurocopa de Francia-2016, culminó una vida deportiva como centrocampista y después entrenador del Real Madrid, con el que también cosechó títulos.
Debutó con el primer equipo merengue en 1973 y hasta 1984 ganó, entre otros títulos, cinco Ligas y cuatro Copas del Rey.
Durante ese tiempo también fue internacional en 18 ocasiones con España disputando la Eurocopa de 1980.
Tras colgar las botas como jugador, inició su carrera de entrenador en 1985 en las categorías inferiores del Real Madrid, donde trabajó y fue técnico interino del equipo tras las destituciones de Benito Floro en 1994 y Jorge Valdano en 1996.
Toda una carrera en el Real Madrid
En 1999 fue designado entrenador titular y allí llegaron sus grandes éxitos con el equipo blanco al ganar dos Ligas, dos Champions League y una Copa Intercontinental.
En 2003 llegó uno de sus momentos más difíciles, cuando días después de ganar el 29º título nacional de Liga para el Real Madrid, le comunicaron que no iba a ser renovado.
Del Bosque se sintió especialmente dolido al abandonar la casa donde había vivido la mayor parte de su carrera y estuvo un año sin equipo, hasta que fichó por el Besiktas turco en 2004, pero la aventura no tuvo éxito.
En 2008 fue designado seleccionador nacional y desde entonces su historia ha sido la de éxitos encadenados, con el Mundial-2010, el primero en la historia del equipo, como joya de la corona y un hito histórico que nadie le podrá ya arrebatar y que le hizo entrar, para siempre, en el Olimpo del fútbol español.