Dos uruguayos con estilos opuestos luchan por la final

Guillermo Almada nació en Montevideo, el 18 de junio de 1968. Fue campeón en Uruguay y en Ecuador. Guillermo Sanguinetti nació en Montevideo el 21 de junio de 1966. Tiene un título con Alianza Lima, de Perú. API y Archivo / EL COMERCIO

Guillermo Almada nació en Montevideo, el 18 de junio de 1968. Fue campeón en Uruguay y en Ecuador. Guillermo Sanguinetti nació en Montevideo el 21 de junio de 1966. Tiene un título con Alianza Lima, de Perú. API y Archivo / EL COMERCIO

Guillermo Almada nació en Montevideo, el 18 de junio de 1968. Fue campeón en Uruguay y en Ecuador. Guillermo Sanguinetti nació en Montevideo el 21 de junio de 1966. Tiene un título con Alianza Lima, de Perú. API y Archivo / EL COMERCIO

Guillermo Almada reconoce que parte de su formación como entrenador se la debe a Francisco Salomón, quien le dio su primera oportunidad para dirigir jugadores. El actual DT de Barcelona fue el asistente de ‘Quico’, en Fénix.

Desde que era jugador, el uruguayo se proyectaba como técnico. Le gustaba ordenar a sus compañeros en la cancha, hablaba con los árbitros. Transmitía las ideas de su DT en el campo de juego. Esa efusividad la mantiene como entrenador. En los partidos grita, mueve las manos, se desespera cuando sus jugadores no cumplen las tareas.

En el partido ante Liga de Quito, el miércoles, fue expulsado por sus reclamos. Andrés Cancellara, periodista uruguayo de Radio Sport de Montevideo, cuenta que a Almada le va mejor como entrenador.“ Almada marcó distancia con los técnicos de su generación. Siempre buscó el juego ofensivo. En Tacuarembó o Progreso planteaba juegos de igual a igual con los grandes”, contó el periodista charrúa.

Para Cancellara, la relación de Almada con Salomón fue importante. Sin embargo, considera que los planteamientos de juego de ambos son distintos. En Uruguay comparan a Almada con Juan Ramón Carrasco, quien dirigió a Emelec en la temporada 2010. Los periodistas de ese país encuentran similitudes en la manera en que ambos estrategas afrontan los partidos, con juego a ras de piso y marca intensa de los jugadores en el campo rival.

“Acá los comparamos así”, expresó el cronista. En Barcelona, Almada juega con un esquema que le permite sumar hasta cinco jugadores en ofensiva. Esto, por los movimientos de sus volantes y extremos exteriores. Con ese esquema, 4-2-3-1, su equipo recibe este domingo al Delfín, a las 17:00, en el estadio Monu­mental de Guayaquil. Por su estilo, a Almada lo conocen como el ‘Pep Guardiola uruguayo’.

Así lo bautizó el periodista Jorge Savia y ese apodo trascendió al campo internacional. El DT recibió propuestas para dirigir en Oriente Medio y Escocia antes de vincularse al ‘Ídolo’. Almada confesó que admira el fútbol europeo. Cuando tiene tiempo ve los partidos de las ligas de España e Inglaterra. De lo contrario, graba los encuentros para analizarlos después. Almada se enfrentará a su compatriota Guillermo Sanguinetti, quien convirtió al Delfín en el ‘equipo revelación’ de la temporada.

Aunque su estilo contrasta con el de su colega, mantiene a su club como el líder de la etapa. Además de manejar un juego orientado al equilibrio defensivo, Sanguinetti transmite calma durante los partidos. Pocas veces reclama de manera eufórica. Este año no ha tenido ningún roce con los árbitros. Tampoco los tuvo el año pasado, cuando estuvo al frente de River Ecuador.

En su país lo recuerdan poco, porque la mayoría de su carrera la hizo en Gimnasia y Esgrima, de Argentina. Ernesto Faría, de Radio Universal de Uruguay, cuenta que como jugador Sanguinetti “era un ‘crack”. Sus cualidades lo llevaron a la Selección de su país. Sanguinetti apunta todo lo que hace en una libreta, tal como se lo enseñó su maestro Carlos Timoteo Griguol.

El DT lo dirigió en Gimnasia y fue quien lo orientó para que estudiara la carrera de entrenador. De él aprendió la idea de juego con fortaleza defensiva y ­orden táctico. El estratega perfeccionó su estilo con la guía del charrúa Gregorio Pérez, quien fue su mentor y lo tuvo como asistente técnico en Argentinos Juniors, Olimpia y Peñarol. Así lo recuerda Faría.

Al ‘Topo’, como lo apodaron en Argentina, le gusta jugar con el esquema 4-4-2. A sus volantes exteriores les pide que ayuden a los laterales en la marca. A sus dos delanteros les pide que se replieguen cuando el equipo pierde el balón. Con el sobrenombre de ‘Topo’ solo lo conocen en Argentina.

En su país lo llamaban ‘Puchero’. Se ganó ese apodo por las muecas que realiza con su boca desde que era jugador de las categorías formativas. Sanguinetti dice que disfruta de Manta y su gran objetivo es llevar al Delfín a la final. Hoy, sus dirigidos tendrán una gran prueba en la visita a Barcelona. Los estilos de los charrúas chocarán en un partido que podría definir al ganador de la etapa.

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