Con motivo de la realización del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, Renault puso en las calles de Montecarlo al prototipo de un bólido deportivo que pudiera anticipar las líneas de un futuro auto de competición de la marca.
Con 3,68 metros de longitud, 1,75 de ancho y 1,49 de alto, el Twin Run, como se lo ha denominado, presenta unas dimensiones muy similares a las del Twingo actual.
No obstante, la forma de la carrocería, el diseño de los faros delanteros y las proporciones generales rememoran al R5 Turbo de los años ochenta, que tantas glorias dio a Renault en los campeonatos europeos de rally.
De hecho, el número 5 pintado en las puertas es la más clara alusión a ese legendario modelo. El Twin Run declara un peso vacío de 950 kilos, lleva el motor colocado detrás del habitáculo, en posición longitudinal y la tracción se dirige a las ruedas traseras.
La carrocería está fabricada con fibra de vidrio y poliéster y cuenta con revestimientos de fibra de carbono en algunos sitios del frontal, el techo, el difusor trasero y los pasos de rueda. Está montada sobre un chasís tubular, como en los bólidos específicos para competición.
Con fin de lograr un reparto adecuado de pesos, el depósito de combustible, la batería y el radiador están ubicados bajo el capó delantero. Dicha distribución de pesos es del 57% en el eje delantero y del 43% en el posterior.
Debido a que la arquitectura de dos cuerpos del Twin Run genera resistencia a alta velocidad, se integró un difusor que canaliza el flujo de aire debajo del vehículo y un alerón fijo que añade apoyo aerodinámico a alta velocidad.
Este prototipo tiene cuatro faros adicionales con tecnología LED en la parte delantera. Según Renault, son una interpretación moderna de los que llevaban los autos de rally en las especiales nocturnas.
El propulsor que lo impulsa es un seis cilindros en V de 3,5 litros, capaz de entregar 320 caballos de potencia a un régimen de giro de 6 800 rpm y 380 Nm de torque a razón de 4 800 rpm.
Los Renault Espace, Laguna y Megane Trophy de competición son algunos de los modelos de la marca francesa que actualmente llevan ese motor, aunque con diferentes configuraciones de potencia.
Está unido a una caja de cambios secuencial de seis velocidades y cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado. Según Renault, acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h.
El interior está inspirado en el mundo de la competición. Cuenta con unos asientos tipo ‘bacquet’ equipados con arneses de seguridad y tapizados en terciopelo, una palanca de cambios en posición alta y un freno de mano hidráulico.
Los pedales de aluminio, de diseño específico, facilitan la realización de la maniobra denominada punta-talón, que consiste en pisar el freno y el acelerador simultáneamente y con el mismo pie, con el fin de facilitar el cambio de marchas.
El panel de instrumentos resulta algo inusual para un bólido de carreras, pues cuenta con una pantalla LCD de 5,5 pulgadas que, según el fabricante, indica la presión de la gasolina, del embrague y del aceite, además de la velocidad de desplazamiento y la marcha engranada.
Fuente: km77.com