Los argentinos Víctor Marchesini (Macará) y Claudio Otermín (Olmedo) se unieron al ecuatoriano Renato Salas (Universidad Católica) en ser los primeros entrenadores destituidos en la presente temporada, por los malos resultados.
Los tres tenían los días contados al ser advertidos por los directivos, pues sus equipos están en la zona baja de la tabla y futbolísticamente no mostraron mayores argumentos para recuperarse.
Tras la sexta fecha (falta un partido entre Deportivo Cuenca y Emelec), Olmedo está en el último lugar con tres puntos. Universidad Católica es décimo con 10 unidades, mientras que Macará es octavo, con seis.
En el caso de este último, la dirigencia liderada por Germánico Holguín realizó incorporaciones de jugadores que se destacaron en otros clubes, como el delantero gaucho Ismael Villalba. Él fue uno de los mejores foráneos del Deportivo Cuenca en el 2009.
Entre los nacionales, fichó al mundialista Iván Kaviedes, al ex ariete de la MLS Roberto Mina y al volante Luis Caicedo. Y conservó la base del equipo que realizó una buena campaña el año pasado con el mismo Marchesini.
A pesar estos fichajes, Macará jamás mostró la contundencia que los hinchas y directivos esperaban. En seis fechas apenas ganó un cotejo, empató tres y perdió dos. Además, hasta ahora no puede imponerse en su estadio.
El caso de Otermín, en Olmedo, es más dramático. Esta era su primera experiencia como técnico en Primera, pero los pobres resultados lo condenaron. De los 12 clubes, el ‘Ciclón’ de Riobamba es el único que no ha ganado.
El DT se justificó aduciendo que con un plantel poco competitivo, las posibilidades de éxitos son escasas. Otermím en su momento fue el empresario que vinculó a Olmedo a foráneos como Hernán Barcos, Jorge Torales y a Gabriel Fernández en el pasado. Ahora sostiene que los refuerzos de este año “no son de nivel”.