Thomaz Bellucci, Víctor Estrella Burgos y Dusan Lajovic en el ATP 250 Ecuador Open. Fotos: EL COMERCIO
La vida de un tenista profesional no se reduce a las victorias ni a las derrotas. Alejarse de la familia y los amigos, los viajes en avión y la vida en los hoteles, también son condiciones que deben afrontar semana tras semana.
Los tenistas de alto rendimiento, como los que están en el ATP 250 Ecuador Open, realizan entre 25 y 30 torneos en una temporada. Por eso, para ellos, los cuartos de hotel y la comida en restaurantes se vuelven algo rutinario.
El dominicano Víctor Estrella, que hoy juega las semifinales en el Jacarandá, estuvo el lunes por la noche en Santo Domingo, República Dominicana, donde recibió el reconocimiento de Atleta del Año por parte del Comité Olímpico de ese país. 24 horas después, el martes en la noche, ganó en Quito, en la primera ronda, al brasileño Andre Ghem.
“Si quieres ser tenista profesional y no quieres viajar, debes dedicarte a otra cosa. Se debe estar listo para subirse a un avión, a no pasar fechas especiales con la familia y los amigos, y viajar 30 semanas al año”, ratificó Raúl Viver, capitán de Copa Davis de Ecuador.
Feliciano López, el ibérico que ocupa la casilla 14 del escalafón mundial, tiene planificado afrontar 25 competencias en el año. Él viaja con el entrenador José Clavet, un extenista que llegó al casillero 178 en 1986. “En esta profesión se debe tener paciencia en cada viaje, positivismo y tratar de estar con el deportista en los buenos y en los malos momentos. Hay que apoyarlos cuando están cansados, cuando pierden…”, contó el técnico que ya lleva cuatro años apoyando la carrera de López. “Cada torneo lo afrontamos con ilusión, porque nos gusta el tenis, pero a la vez es agotador. Son muchas semanas, muchos viajes y son ya muchos años”, añadió el DT.
El experto, que también guió en su momento a Fernando Verdasco y a Tommy Robredo, entre otros, aseguró que llegar a Quito fue una alegría para ellos, pues no conocían la ciudad. Conocer el mundo es una de las ventajas de esta profesión, pues los torneos se realizan semana tras semana. Por ejemplo, a la par que se juega el ATP 250 Ecuador Open Quito, se disputan también el Open Sud de Francia, en Montpellier, Francia, y el PBZ Zagreb Indoors, en Zagreb, Croacia. Ambos son ATP 250.
Para no extrañar a sus familiares, los tenistas se valen de la tecnología y utilizan las redes sociales para mantenerse comunicados. Además, tienen sus distracciones como escuchar música, leer y ver películas.
En la capital ecuatoriana, como en Miami, Dubái y otras ciudades a las que tienen planificado asistir, López y su entrenador miran películas y juegan cartas. Clavet asegura que la relación entre tenista y entrenador tiene sus días buenos y sus días malos, pero que la clave está en saber acoplarse. “Por eso digo que esto se vuelve a veces como un matrimonio”, contó con una sonrisa.
El italiano Giovannini Stefano, que acompañó a su pupilo Paolo Lorenzi al ATP 250, no continuará en el resto de la gira por Sudamérica y se regresará a su país. El siguiente destino de Lorenzi será Sao Paulo, la próxima semana. Él tiene planificado afrontar 27 torneos en el año.