El regreso de Djokovic: batió a Anderson y conquistó su cuarto Wimbledon

El tenista serbio Novak Djokovic besa el trofeo tras vencer al sudafricano Kevin Anderson 6-2, 6-2, 7-6 en la final de Wimbledon jugado en el All England Lawn Tennis Club en Wimbledon, suroeste Londres, el 15 de julio de 2018. AFP

El tenista serbio Novak Djokovic besa el trofeo tras vencer al sudafricano Kevin Anderson 6-2, 6-2, 7-6 en la final de Wimbledon jugado en el All England Lawn Tennis Club en Wimbledon, suroeste Londres, el 15 de julio de 2018. AFP

El tenista serbio Novak Djokovic besa el trofeo tras vencer al sudafricano Kevin Anderson 6-2, 6-2, 7-6 en la final de Wimbledon jugado en el All England Lawn Tennis Club en Wimbledon, suroeste Londres, el 15 de julio de 2018. AFP

Después de dos años de sequía, el serbio Novak Djokovic celebró el domingo 15 de julio de 2018, en el circuito de tenis al ganar su cuarto Wimbledon gracias a su victoria sobre el sudafricano Kevin Anderson y prometió que será el puntapié de inicio para su regreso al máximo nivel.

La corona sobre la hierba londinense lograda con la victoria sobre Anderson con parciales de 6-2, 6-2 y 7-6 (7-3) en dos horas y 18 minutos significa el Grand Slam número 13 de su carrera. De esta manera, el serbio se afianza en la cuarta posición histórica superando al australiano Roy Emerson (12) y quedándose a sólo un trofeo del estadounidense Pete Sampras (14). El español Rafael Nadal (17) y el suizo Roger Federer (20) completan la lista de campeones.

“No hay mejor forma para regresar”, señaló aún en la pista el serbio. “Es fácil hablar ahora, tuve que confiar en el proceso, confiar en mí”, agregó Djokovic en referencia a su difícil regreso por la lesión en el codo, que le obligó a estar inactivo la segunda mitad de 2017 y de la que se operó a principios de este año. “Si me preguntaban hace un mes y medio si creía que podía ganar Wimbledon, una parte de mí hubiera dicho que sí, pero quizás no estaba seguro de mi nivel de tenis”, confesó Djokovic en rueda de prensa, ya más tranquilo y con el nuevo trofeo en su poder.

Con 12 Grand Slam anteriores, cualquier aficionado podría suponer que Djokovic ya está acostumbrado a manejar sus emociones. Sin embargo, con su hijo Stefan en las gradas, la celebración fue realmente especial. “Es difícil comparar esta victoria y este trofeo con cualquiera de los otros tres porque todos son especiales”, explicó. “Pero si pudiese elegir uno, sería probablemente el primero y el de este año porque mi hijo estaba en la ceremonia de premiación, que lo hizo aún más especial”. A pesar de que no pudo estar presente durante el partido debido a la norma que impide a los niños menores de cinco años estar en el box, Stefan pudo finalmente presenciar la victoria de su padre.

“Fue una de las mayores motivaciones, si no la más, que tuve para este Wimbledon este año, reveló el balcánico”. “Visualizaba ese momento de que viniese a la grada, celebrando ese momento con mi esposa y conmigo”. “No estuvo ahí hasta el momento en el que fui a la entrevista. Entró. Así que ese es un momento que llevaré dentro de mi corazón para siempre”, describió sobre un día perfecto.

El tenista serbio Novak Djokovic (der.) saluda al sudafricano Kevin Anderson después de ganar 6-2, 6-2, 7-6 en la final de Wimbledon en el All England Lawn Tennis Club en Wimbledon, suroeste Londres, el 15 de julio de 2018. AFP

Antes del choque ante Anderson, el jugador nacido en Belgrado hace 31 años contaba con un día menos de descanso, al concluir su duelo de semifinales frente a Nadal en la tarde del sábado. Eso sí, el sudafricano acumulaba 10 horas y 50 minutos únicamente entre sus dos últimos partidos, decididos en cinco sets frente a Roger Federer y John Isner, con quien protagonizó la semifinal más larga de la historia de Wimbledon.

Y el sudafricano padeció los nervios propios de su primera participación en un partido de esta magnitud en la Centre Court. En los primeros dos sets, Djokovic logró cuatro quiebres y dejó el partido casi abrochado con un contundente 6-2 y 6-2.

El ex número uno parecía encaminado al título, aunque aún tuvo que sufrir. Durante el tercer set la paridad se mantuvo en los primeros juegos, con cada uno manteniendo su servicio. Sin embargo, tres dobles faltas en el décimo juego obligaron a Djokovic a tener que salvar dos puntos de set para mantenerse (5-5).

Con 6-5, también tuvo que levantar un 15-40. Seis oportunidades perdidas al resto (0/6) fueron demasiadas para perdonar al balcánico. Y en el tie-break se impuso la experiencia del campeón. Djokovic fue mejor en el desempate y con un saque sin respuesta abrochó el cuarto título de su carrera en Londres, después de los logrado en 2011, 2014 y 2015.

“Es muy agradable y satisfactorio poder jugar de la manera en la que lo he hecho en los dos últimos torneos, en Queen's y Wimbledon”, advirtió. “Esto es un gran impulso de confianza y un trampolín para lo que viene”, añadió el serbio, que mañana volverá a aparecer como top ten en el ‘ranking’.

Con el título de Wimbledon ya en su vitrina, el serbio da un último aviso a sus rivales. “No puedo ver el futuro. No sé qué va a ocurrir. Pero me gusta jugar en pista dura. El US Open siempre fue un torneo exitoso para mí”, dijo.
“No jugué el año pasado por lesión. Tengo muchas ganas de salir ahí y darlo todo, veremos dónde me lleva”, cerró Djokovic, que ya tiene un objetivo fijado y sus rivales ya comienzan a sufrirlo.

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