En medio de la nieve de Whistler, de la lluvia en Vancouver, el suizo Simon Amman ganó la medalla de oro de los XXI Juegos Olímpicos de Invierno. Ammann, de 28 años y doble campeón olímpico en 2002 en los Juegos de Salt Lake City (Estados Unidos), se impuso con soltura en la prueba de trampolín 90 m del torneo de saltos en esquí.
También se bañaron en oro, la eslovaca Anastasia Kuzmina, primera mujer de Vancouver-2010 en colgarse una presea dorada; la estadounidense Hannah Kearney en el mogul del esquí acrobático y el holandés Sven Kramer en los 5 000 metros del patinaje de velocidad.
Las inclemencias del tiempo en la subsede de Whistle, han obligado a varios cambios en el programa, y retardado el debut de seis competidores latinoamericanos en la prueba de descenso del esquí alpino.
Una espesa nevada, que según los meteorólogos locales dejó unos 50 milímetros de nieve, obstruyó el arranque del descenso de mujeres en la subsede del valle Callaghan, donde debían competir las hermanas argentinas María Belén y Macarena Simari Birkner y la chilena Noelle Barahona, quien anda por su primera experiencia olímpica invernal.
Al suizo Amman no le molestó la nieve en absoluto, y con su clásico estilo en V consiguió dos saltos de 105 y 108 m que totalizaron 276,5 puntos, para quedar delante del polaco Adam Malysz (103,5 y 105 m, 269,5 m) y el austriaco Gregor Schlierenzauer (101,5 y 106,5 m, 268 puntos). “Estoy muy orgulloso por mi rendimiento. Por momento tenía desconfianza, pero finalmente lo logré”, dijo el campeón.