El éxito de sintonía de ‘La selección’, la telenovela colombiana que cuenta suavemente y con ciertas licencias (balones cronológicamente equivocados, camisetas cambiadas, narcos invisibilizados…) las aventuras de Carlos Valderrama, René Higuita, Freddy Rincón, Faustino ‘Tino’ Asprilla y Francisco ‘Pacho’ Maturana en los años noventa, nos lleva a plantear esta pregunta: ¿por qué nadie ha contado la historia de la Tricolor? Sería un ‘hit’, con escenas memorables y dignas de arrancar lágrimas o carcajadas, según el caso.
Actores no faltan en el país, pues Francisco Pinoargotti podría hacer perfectamente del ‘Bolillo’, uno de los hermanos Garzón podría representar al gran Luchito; Richard Baker se pondría la camiseta del ‘Bam-Bam’ (talla M, por supuesto); AU-D sería José Francisco y Christian Norris quedaría muy bien como el ‘Nine’. David Reinoso podría hacer de Álex y Vito Muñoz podría ser… podría ser… Bueno, solo Vito puede ser Vito. O sea, intérpretes no faltan. Y Damiano pondría la banda sonora.
Por supuesto, lo mejor de esta superproducción vendría de parte de las escenas de los hechos cumbres de la Tricolor en los últimos años. Cerremos los ojos y recordemos esos momentos que nos llenaron de gloria: cuando el ‘Bolillo’ recurrió a un papel higiénico para motivar al equipo, algo que ni al mejor autor de autoayuda se le hubiera ocurrido. O el balazo que sufrió el mismo entrenador, en un hecho que hasta hoy está en el ‘top ten’ de la criminología nacional: el abaleado se negó a declarar para que no le pregunten sobre ciertos pecadillos. O las estupendas Copas Américas, en las que Ecuador siempre estuvo cerca de ganar. O las visas. O las maletas. O cuando le dieron el golpe de Estado al conocido entrenador Luis Fernando Suárez.
Y podemos seguirle hasta ahora, en una telenovela que ya dura 14 años. ¡Hay tantas escenas tan chéveres que filmar! Ojalá aparezca un guionista capaz de hilar todo y, sobre todo, un director que vaya más allá de las historias pesadas y confusas que nos hemos acostumbrado a ver en esta época. Tengo fe en que esta telenovela sí se hará. Ya compré el canguil de microondas.