Sofía Mosquera (izq.), Wendy Montiel (cent.) y Margarita Pico (der.) tes mujeres de cuerpos médicos de equipos ecuatorianos. Foto: Diego Pallero, Mario Faustos y API/EL COMERCIO
Sofía Mosquera, Wendy Montiel y Margarita Pico forman parte de los cuerpos médicos de Clan Juvenil, River Ecuador y Macará de la Serie A del fútbol nacional.
Sofía Mosquera: Asistía al estadio desde niña
Tiene 26 años. Estudió medicina en la Universidad Tecnológica Equinoccial. Está en su año de residencia. Sigue una maestría en Seguridad y Salud Ocupacional.
Sofía Mosquera tiene recuerdos de los estadios desde su infancia. Iba a los partidos de fútbol en los hombros de su padre, Carlos Raúl Mosquera. Asistía a los partidos de Aucas, de Liga de Quito y de la Selección en el estadio Olímpico Atahualpa.
El padre de Sofía era futbolista, pero no logró llegar al profesionalismo. Por una relación de amistad de él (Carlos Mosquera) con la familia Cevallos, directivos del Clan Juvenil, llegó a colaborar en el equipo de Sangolquí desde la Segunda Categoría.
Ella acompañó en los ascensos de Segunda, de la Serie B y ahora labora en el plantel de Primera en la Serie A. Trabaja como médica residente en el Hospital de Solca Quito toda la mañana, por ello no puede asistir a los entrenamientos del club en Sangolquí.
Cuando el equipo tiene que viajar fuera de la ciudad le conceden permiso. “Hoy en día la mujer juega papeles importantes en todo campo. El fútbol es un deporte masculino, pero para mí no ha sido complicado”, manifiesta Mosquera ahora hincha del Clan Juvenil.
El hermano de la doctora juega en la Reserva del Clan. “Es una gran profesional en su trabajo”, reconoció Juan Cevallos, presidente del club.
Wendy Montiel: Hizo pasantía en el Real Madrid
Tiene 27 años. Hizo dos maestrías orientadas a la medicina deportiva, ambas en España (Madrid y Valencia). En Ecuador estudió en la Universidad Católica de Guayaquil.
Wendy Montiel hizo pasantías en el Real Madrid, Atlético Madrid, Rayo Vallecano, Getafe y Valencia, antes de llegar a River Ecuador.
En Madrid estudió prevención, recuperación e intervención de lesiones deportivas; mientras que en Valencia se especializó en investigación e intervención en actividad física y deportes.
Cuenta que desde niña estuvo vinculada al deporte. Fue seleccionada del Guayas en ajedrez y atletismo. En la universidad recibió una beca por jugar fútbol y también baloncesto.
Montiel se dedica 100% a su trabajo. Es la primera en llegar y la última en irse del estadio Christian Benítez, donde regularmente se entrena el equipo. José Julián Aguilar, presidente de River, confía en su trabajo y la destaca como “una profesional invaluable”.
Aguilar contactó a Montiel por recomendación del médico de la Selección, Andrés Arce. Ella fue ayudante de cátedra del galeno en el Instituto Tecnológico de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Aunque es la primera vez en un equipo de Primera, cuenta que su adaptación ha sido sencilla. Dice que ya hay confianza, pero que les da su espacio dentro del camerino. “No entro cuando se cambian”.
Margarita pico: Pasó de las gradas a la cancha
Tiene 38 años. Es médica cirujana. Fue seleccionada nacional de lucha libre. Logros: Medalla de plata en los XV Juegos Bolivarianos de Pereira en Colombia.
Margarita Pico es hincha de Macará de Ambato. Ella, en compañía de su esposo, Cristian, y su suegro Luis Romo, compartían las alegrías y tristezas desde los graderíos del Bellavista hasta el 2012.
Desde este espacio observaba cómo el estratega de turno gesticulaba a sus dirigidos o el médico con su asistente corrían por el césped para atender algún jugador.
Una llamada del presidente, Miller Salazar, cambió su historia. El directivo la invitó hacer parte del cuerpo médico del Macará que lo dirigía en ese entonces el DT Fabián Bustos, en la Serie B. Héctor Salazar, vicepresidente, recuerda que la doctora no tuvo problema con los futbolistas, pero sí con un árbitro central, en el 2013.
Ese día la doctora no se amedrentó y le reclamó su actitud machista al réferi desde la banca de suplentes. “Hay buena química entre jugadores, directivos y cuerpo técnico. No ha habido actitudes machista y todos la apoyamos”, opina Salazar.
Pero el fútbol no era todo. Sus padres y su hermano la apoyaron para que practique lucha en la Federación Deportiva de Tungurahua (FDT).
Su hermano, Rodrigo, recuerda que la selección de la provincia la conformaban cinco mujeres y ocho hombres en la modalidad de lucha libre.