Paulinho, del Vasco da Gama, remata de cabeza en el juego ante Jorge Wilstermann el 14 de febrero del 2018. Foto: Mauro Pimentel / AFP
La Copa Libertadores todavía no inició su fase de grupos y, sin embargo, ya puede decirse que encontró su primera gran figura: Paulinho, el nuevo ‘niño maravilla’ del fútbol brasileño, que, con apenas 17 años, está deslumbrando a propios y extraños en la competición continental.
El joven, nacido en Río de Janeiro el 15 de julio de 2000, lleva jugados tres partidos con el Vasco da Gama en la fase inicial del torneo, y marcó ya dos goles y dio dos asistencias. En la primera ronda de eliminación, el equipo de Río apabulló a Universidad de Concepción, de Chile, con un resultado global de 6-0, y Paulinho anotó un tanto. Y este miércoles, en Brasil, los ‘cruzmaltinos’ derrotaron 4-0 a Jorge Wilstermann, de Bolivia, con otro grito de la joven promesa.
El jugador brasileño del Vasco da Gama Paulinho (der.)en el conteo ante el Wilstermann en Río de Janeiro Foto: Mauro Pimentel/ AFP
Paulo Henrique Sampaio Filho, así su nombre completo, debutó en el Vasco el 13 de julio del año pasado, dos días antes de cumplir 17 años. Diez días después, en su primer partido como titular, anotó los dos goles en la victoria 2-1 ante Atlético Mineiro, y se convirtió así en el primer jugador nacido en 2000 en marcar un tanto en el campeonato brasileño. Consolidado ya como titular en el primer equipo carioca, Paulinho fue elegido por un reconocido canal de TV como la revelación del último torneo, por encima de Vinicius Junior, el joven de 17 años del Flamengo que ya fue comprado por el Real Madrid.
Su fulgurante aparición recuerda incluso la de la última gran figura juvenil que vistió la camisa del Vasco da Gama: Philippe Coutinho, que debutó en el conjunto carioca en 2009, días después de cumplir 17 años, y hoy es una de las estrellas del Barcelona.
Muy apegado a su familia, Paulinho suele publicar en sus redes sociales fotos con sus padres y con su hermano, llamado Romário. Y justamente, la historia del joven delantero remite también a la del histórico atacante de la selección brasileña: ambos fueron criados en el barrio de Vila da Penha, se consagraron goleadores en las divisiones menores del Vasco y debutaron en el primer equipo con la camisa número 11.
Paulo, el padre de la joven promesa, contó de hecho al sitio ‘GloboEsporte’: “Ahí en Penha, en las canchas del barrio, veíamos jugar a Romário. Jugaba para un equipo llamado ‘Estrellita’. Ya se hablaba mucho de él, y no tardó en explotar”. Peluquero de profesión, Paulo admitió también que, con su esposa Ana, no dejaban jugar mucho a Paulinho en la calle, porque ya se notaba que el niño tenía condiciones y no querían que se lastimara.
Llegado al Vasco da Gama de muy joven, Paulinho estudia en el instituto del club, aunque en muchas ocasiones debió faltar a clases por tener que representar a diversas selecciones menores brasileñas. Convocado ya desde los 15 años para los equipos nacionales, el nuevo “niño maravilla” fue una de las figuras de la “canarinha” en el Mundial sub 17 de India y terminó la competencia con tres goles y dos asistencias. “Recibí muchos mensajes de felicitación”, contó Paulinho en 2017, después de debutar con el Vasco. Y agregó: “Estoy feliz, pero no llegué a mi objetivo. Ahora quiero mucho más”.
Después de la victoria ante Jorge Wilstermann, por la Libertadores, el joven manifestó: “Estoy muy enfocado en este objetivo. Es una competencia difícil para un chico de 17 años, pero espero seguir evolucionando este año”.
Además, como para mostrar que carácter no es lo que le falta, se refirió a un choque que tuvo con el portero del equipo boliviano, y dijo: “Tengo la cara hinchada, pero la ‘Liberta’ es así: muchas patadas, y uno se va acostumbrando”. La revancha de Vasco contra Wilstermann se jugará en Cochabamba el próximo miércoles. Si los brasileños pasan la eliminatoria, lo que parece probable, se clasificarán a la fase de grupos del torneo y entonces, el continente podra disfrutar varios partidos más del talento de Paulinho, la nueva joya del futbol brasileño.