Gerardo Pelusso tiene una consigna: “No está muerto quien pelea”. Bajo ese lema, el entrenador preparó su choque de hoy (17:00, hora de Ecuador) ante Perú, en el inicio de la rueda de revanchas de las eliminatorias de Brasil 2014.
El equipo guaraní marcha último en la tabla, con solo 4 puntos tras nueve fechas. “Nos dan por muertos. Vamos a ver cómo acaba esto”, dijo Pelusso en tono desafiante hacia sus críticos. Sin embargo, el DT destacó las cualidades del conjunto incaico, dirigido por su compatriota Sergio Markarián.
El partido no genera mayor interés en la afición deportiva de Paraguay. Por ello, los organizadores decidieron rematar las entradas a dos por el precio de una, para lograr por lo menos un aforo de 15 000 personas en el estadio Defensores del Chaco, de Asunción, que tiene una capacidad para 40 000.
El cuadro albirrojo no contará con el lateral Richard Ortiz ni con el volante por izquierda Marcelo Estigarribia, suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas. A ello, se suma la deserción por lesión del delantero Lucas Barrios.
Markarián y su equipo, que viven un romance con el público incaico, ilusionado en volver a un Mundial después de tres décadas (desde España 1982), se mantuvieron herméticos desde su llegada el domingo, a Asunción, con plantel completo. “Ningún equipo está todavía eliminado. Todo puede pasar”, dijo Markarián al advertir que su rival no se presentará relajado a la brega.
Perú viene de arrancar un empate 1-1 a Bolivia en la altitud de La Paz, gracias a un equipo paralelo que realizó una aclimatación en el Cusco. Para el juego con Paraguay, la duda es el volante Juan Manuel Vargas, afectado por una sobrecarga muscular. El equipo titular no se confirmó.