Giovanny Nazareno por fin volvió a sonreír ayer. Durante 16 meses pasó en silencio, triste y casi desapercibido. Todo este tiempo, se entrenó sin descanso a la espera de que el tiempo pasara y se cumpliera la sanción que le impuso la FIFA, luego de dar ‘doping’ positivo en la Copa América de Argentina en el 2011.
El lateral izquierdo había consumido sustancias para aumentar la masa muscular, razón por la que fue sancionado. La directiva del equipo torero, encabezada por Antonio Noboa, lo respaldó en todo momento. Incluso presentaron una apelación a la Conmebol para que le realicen nuevamente exámenes para una contramuestra, pero el examen volvió a dar positivo.
El tiempo se cumplió y el jugador pagó su sanción, que lo marginó de las canchas. “Es como volver a nacer, es otra oportunidad que me brinda Dios de poder jugar estoy agradecido con todos”, contó emocionado luego del entrenamiento en el estadio Monumental.
Durante el tiempo de castigo el jugador tuvo el apoyo de la hinchada, no era extraño verlo firmando autógrafos.
Además recibió el respaldo de sus compañeros, la directiva y el cuerpo técnico, y se entrenó junto al grupo durante este tiempo. “Es muy duro ver los partidos desde tu casa y no poder estar ahí”, agregó el jugador. Incluso estuvo con el equipo en los festejos de la estrella 14 y también recibió la medalla de campeón.
El jugador de 25 años, oriundo de Esmeraldas, jugó su último partido ante el Imbabura el 1 de octubre del 2011.
Antes de su suspensión, ‘Don Naza’ como el grupo bautizó al jugador, era titular en un puesto, donde pocos logran destacarse. Tras la suspensión, el ex técnico amarillo, Luis Zubeldía, le dio la oportunidad a Roosevelt Oyola.
‘Don Naza’ aseguró que aprendió la dura lección que la vida le dio. “Aprendí mucho de lo que me pasó y espero no me vuelva a suceder”, sentenció.