El delantero criollo
Manuel Balda (der.)
remata ante la marca del zaguero Beder Caicedo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Con un equipo que promedia los 25 años de edad, El Nacional viene siendo la sorpresa en el inicio del torneo.
Pese a tener un partido aplazado, los criollos se mantienen en el pelotón que comanda la tabla de ubicaciones y están invictos, lo que contrasta con lo que mostraron el año pasado, cuando culminaron novenos en el campeonato.
Cuando los criollos juegan en el Atahualpa mantienen un estilo ordenado, que suele atacar a sus rivales por los costados. “Trabajamos en tener mejores recursos ofensivos. Debemos tener tranquilidad para definir las acciones de gol”, anticipó Eduardo Favaro, DT de los militares.
Ayer superaron a Delfín (2-0) con goles de Rodrigo Canosa (autogol del Delfín) y Manuel Balda, quien festejó su cumpleaños 24, con su primer tanto en la Serie A.
A diferencia del año pasado, Favaro demuestra que encontró la fórmula adecuada en la defensa, al juntar a Franklin Guerra y a Luis Segovia, quienes se desempeñaban como volantes de contención.
Guerra, nacido en Portoviejo, lleva ocho temporadas con los criollos, mientras que el quiteño Segovia tiene siete.
Con la llegada de Favaro, los ubicó en el centro de la zaga, la cual se completa con Marco Montaño y Christian Cordero. Este último reemplazó ayer al suspendido Aníbal Chalá.
En el primer tiempo, los locales apelaron a los centros al corazón del área ‘cetácea’.
En una de esas acciones llegó el primer gol, al minuto 18, cuando Christian Lara desbordó por la derecha y levantó un centro que el zaguero Canosa desvió hacia su arco.
En la etapa de complemento, Favaro relevó a Daniel Samaniego por el manabita ‘Manú’ Balda, con la idea de generar mayor volumen de juego en el ataque, ante los rebotes que concedía la zaga rival.
Balda sentenció el partido al minuto 81, cuando le arrebató el balón a Flavio Caicedo y venció a Rolando Ramírez, con un remate esquinado. Celebró sin camiseta.
Para que la fiesta fuera completa, Favaro envió al campo de juego a Jayro Campos en el minuto 83, en reemplazo de Franklin Guerra. Campos retornaba al fútbol profesional a los 805 días.
El zaguero, que sigue un proceso de rehabilitación del tendón de Aquiles de la pierna izquierda, aún cojea.
Dentro del campo de juego, los primeros en felicitarlo fueron Lara y Larrea, los más experimentados del plantel. “Me siento feliz, porque tenía muchas ganas de volver a jugar”, relató Campos al final del partido.
Los dirigidos por Fabián Bustos no lograron elaborar ni un contragolpe. Su delantero Maximiliano Barreiro demostró su fastidio al no ser habilitado por el medio campo que lideraba Álex Colón.
La victoria criolla fue festejada por 4 478 hinchas que ayer asistieron al estadio.