En poco más de 18 meses el motociclismo ecuatoriano de velocidad ha sufrido la pérdida de dos pilotos, fallecidos como consecuencia de aparatosos accidentes durante la disputa de competencias en el autódromo de Yahuarcocha.
El quiteño Ramiro Pasquel perdió la vida en octubre del 2013 al estrellarse contra un talud, luego de perder el control de su Honda CBR a más de 200 km/h. El experimentado guayaquileño Jackson Nieto corrió una suerte similar el pasado domingo, como resultado de las múltiples fracturas y contusiones que le causó una fuerte caída de su Ducati Panigale.
Los pilotos que compiten en cualquier modalidad del deporte motor, y más aún en el motociclismo, son conscientes de los riesgos que la actividad implica y los asumen voluntariamente.
No obstante, es obligación de los organizadores del Campeonato Súper Bike Ecuador y de la Federación Ecuatoriana de Motociclismo realizar una exhaustiva investigación sobre el último accidente, con el fin de establecer sus causas y, de ser necesario, aplicar las acciones correctivas que correspondan.
Hoy muchos lamentan la partida de Nieto. Un gran tributo a su memoria sería trabajar por un motociclismo más seguro que evite nuevas tragedias.