El 24 de octubre del 2016, los jugadores de los Cleveland Indians entrenaron un día antes del partido ante los Cachorros de Chicago, por el primero de los encuentros de la Serie Mundial de las Grandes Ligas de Béisbol en Cleveland, Ohio (Estados Unidos). Foto: EFE
Si lo que se predecía en la película Volver al futuro se hubiera cumplido, el año pasado los Cubs (Cachorros) de Chicago hubiesen jugado la Serie Mundial de Béisbol como campeones de la Liga Nacional.
Estuvieron cerca, pero este año se cumplió el sueño de uno de los equipos más tradicionales y sufridos en este deporte. Por eso, el protagonista, Marty McFly se sorprendió al ver el gran cartel anunciando algo que no se daba desde 1945.
Hoy, 25 de octubre del 2016, comienza una insólita Serie Mundial entre dos equipos que no han sido campeones de la MLB (Major League Baseball): los Cubs y los Indios de Cleveland, campeones de la Liga Americana.
Si los Cubs vuelven a una Serie Mundial desde hace 71 años, más ha sido su espera por ganarla. La última vez que lo hicieron fue en 1908; los Indios, desde 1948.
El que se está llevando las preferencias en las apuestas son los Cubs. Si logran ganar cuatro de los siete partidos a disputarse, terminarán con “la maldición de la cabra Billy”.
En 1945, durante la Serie Mundial, el dueño de la Taberna La Cabra Billy, Billy Sianis, fue echado del estadio Wrigleys Field por el hedor que emanaba la cabra que lo acompañaba. Molesto, envió un telegrama al dueño del equipo, Philip K. Wrigley: “ustedes van a perder la Serie Mundial y nunca van a ganar una Serie Mundial por haber insultado a mi cabra”.
En el 2006 , los Cachorros revivieron esta maldición. Iban ganando la serie 3-2 a los Mets de Nueva York por el título de la Liga Nacional. En el sexto partido, ganaban 3-0. En la octava entrada, una pelota elevada iba a ser fácilmente atrapada por Moisés Alou. Pero un hincha, Steve Bartman, quiso llevarse la pelota como suvenir e impidió que Alou lograra el primer out.
El resultado fue que en esa entrada los Mets marcaron ocho carreras, ganara el partido 8-3 y ganara el séptimo juego. Bartman abandonó el estadio escoltado por la policía y la casa de su familia fue protegida por seis patrulleros. El gobernador de Illinois sugirió que formara parte del programa de testigos y cambiara su nombre y se le ofreció asilo en Florida.
Ambos equipos son los mejores de la temporada regular. Chicago ganó 103 partidos y perdió 58; los Indios 94 y 67.
Los dos equipos son poderosos al bate y tiene un cuadro de lanzadores (pitchers) de altísimo nivel. Pero la mirada estará en los cerradores. Los Cubs tienen al cubano Aroldis Chapman, con una velocidad de 162 km/h en una distancia de 18,3 metros. En los Indios está Andrew Miller, uno de los más versátiles del béisbol: tiene tanta variedad imposible de descifrar.
Para romper con esta mala racha, ambos equipos recurrieron a dos figuras de los Medias Rojas de Boston, el equipo que vivió la maldición más legendaria del béisbol: la de Babe Ruth. En 1918, para pagar las deudas de una fracasada producción teatral, el dueño del equipo, Harry Frazee, vendió al ‘Bambino’ a los Yankees por USD 125 000. Ese año ganaron su última serie mundial hasta el 2004.
Ese equipo tuvo a Theo Epstein como gerente general y a Terry Francona como técnico. Ahora están en las veredas opuestas.
Epstein gerencia a los Cubs y Francona dirige a los Indians. Más no se puede pedir para una Serie Mundial en el que a pesar del pedido del público, el actor Charlie Sheen, por haber sido protagonista en la película ‘Major League’ como parte de los Cleveland Indians, no lanzará la primera pelota.