Los jugadores de Independiente del Valle tuvieron un viaje de retorno tranquilo a Ecuador. Al igual que en el vuelo de ida a Medellín, hubo música, juego de cartas, aplausos y felicitaciones.
El vuelo chárter llegó pasadas las 17:00. Un número no mayor a 300 hinchas se dieron cita al aeropuerto Mariscal Sucre, ubicado en Tababela.
Con un arco de agua fue recibido el avión que trajo a los jugadores, quienes son considerados para muchos en el país como héroes.
Carla Lema, una de las hinchas de los rayados, aseguró que lo que hicieron los jugadores es algo legendario. “Dieron todo, les faltó traer la Copa pero para mí son unos héroes”, manifestó Lema.
Los jugadores estaban cansados. Pasaron toda la mañana en el hotel donde concentraron en la cuidad de la eterna primavera. A la hora del almuerzo hubo más felicitaciones.
Pablo Repetto se despidió de los futbolistas y a más de uno se le humedecieron los ojos. Después recogieron las cosas y se fueron directo al aeropuerto.
Michel Deller conversó con los jugadores durante el viaje de retorno de Medellín. Foto: David Paredes / EL COMERCIO
En el avión, jugaron por momentos a las cartas y durmieron. Michel Deller, dirigente del club sangolquileño, dejó la zona de primera clase para hablar con sus jugadores, mientras que Santiago Morales, gerente del club, pedía una bandera para sacarla al rato de aterrizar.
Ya en el aeropuerto Mariscal Sucre los jugadores aprovecharon para hacer otras compras. Más souvenirs y recuerdos para compartir en sus casas.
Los jugadores, cuerpo técnico y demás miembros del equipo de Independiente se trasladaron hasta Sangolquí en una caravana de tres buses de dos pisos. ‘#Nunca dejes de soñar’, fue la frase que estaba en los exteriores del cada automotor.
Cientos de hinchas recibieron al Independiente del valle en las afueras del aeropuerto de Tababela. Foto: David Paredes / EL COMERCIO