Durante 34 años de su vida, Juan Espinosa estuvo dedicado a una gran pasión: el automovilismo. Fue piloto de carreras, preparador de autos de competencia, propietario de una empresa autopartista y dirigente deportivo.
Como piloto, Espinosa fue un destacado corredor, varias veces campeón nacional en la categoría Prototipos y como preparador también saboreó el éxito y gozó del reconocimiento de otros actores del automovilismo de pista.
No obstante, su compromiso se evidenció en un hecho fundamental: el arduo trabajo que precedió a la creación de la Federación Nacional de Automovilismo y Kartismo (Fenak). Esta iniciativa requirió de su parte una dedicación absoluta, para asuntos que iban desde la elaboración de estatutos y reglamentos hasta la realización de las gestiones respectivas ante el Ministerio del Deporte.
Una vez creada la Fenak, Espinosa orientó sus esfuerzos a la regularización de todas las modalidades del automovilismo mediante acciones como la unificación de reglamentos, la legalización de los clubes provinciales y la reorganización de los campeonatos nacionales.
Su prematuro fallecimiento es un duro golpe para un deporte al que aún le falta mucho por desarrollar. La continuación de su tarea sería, más que un tributo a su memoria, un impulso necesario al deporte motor local.