Los informes de los inspectores de los partidos de la Serie A no siempre concuerdan con los análisis de la Comisión Técnica de Árbitros. Así lo revela un reporte del juego del 6 de marzo entre Independiente José Terán y Universidad Católica, elaborado por el organismo técnico de la Ecuafútbol.
Ese cotejo, que se jugó en el estadio de Rumiñahui, terminó empatado 1-1. El inspector Ángel Zambrano dio una calificación a los jueces tras el cotejo. Pero 10 días después (el 16 de marzo), la Comisión Técnica, tras observar un video, emitió un informe con calificaciones diferentes.
En el documento de dos hojas se detallan 21 jugadas del partido y se concluye: “La calificación impuesta por el señor Ángel Zambrano (…) no corresponde al trabajo observado al árbitro central y al árbitro asistente #2”.
Por esto, la Comisión rectificó e impuso una nota de 03 sobre 10 (mala) al árbitro Daniel Salazar y al asistente José Alvarado.
Ese análisis desnuda errores de los jueces y evidencia la falta de un mecanismo efectivo para calificarlos luego de un partido.
Alvarado, quien actuó como asistente de línea en el juego del 6 de marzo, acudió a Guayaquil y observó el video. Él dice que alzó la banderola para determinar un fuera de lugar e invalidar un tanto. “Pero mantengo mi posición de que fue una decisión legítima. El video que observé no fue claro”. Por eso se le impuso una sanción de cinco fechas. Eso sí, reconoce que en otras jugadas no se pitaron penales legítimos.
Otro caso polémico ocurrió el 10 de abril de este año. Ese día, Luis Checa, defensa de Deportivo Quito, hizo un gol con la mano en el arco del Independiente. El colegiado Samuel Haro validó la acción. Jaime Játiva tampoco alzó su banderola y el partido terminó con un empate de 2-2. El asistente de línea admite que falló.
Estos errores son procesados por la Comisión Nacional de Árbitros, presidida por Iván Romero, ex directivos del club Liga de Quito. Los vocales son Rogger Zambrano y Vicente Giler.
El organismo prepara, controla y designa a los árbitros para los partidos del torneo. Este año, ha escogido a Omar Ponce para 10 encuentros. Él es el que más cotejos ha pitado en la primera fase.
Carlos Vera, quien fue cuestionado por su actuación en el juego de la Libertadores entre Universidad de Chile y Alianza Lima de Perú, ha dirigido nueve cotejos del torneo local. Un instructor de los jueces que prefirió el anonimato dice que Vera es el mejor.
Sin embargo, en el cotejo del jueves pasado por la Copa Libertadores, Vera evidenció que le faltó más comunicación con su asistente. Esta es una falla recurrente en los encuentros locales.
Zambrano defiende que la Comisión trabaja para corregir esas deficiencias y, por eso, siempre evalúa a los jueces. En efecto, los 12 jueces centrales designados se someten a cuatro pruebas académicas y físicas en el año.
La mayoría de ellos tienen dos actividades. Tomás Alarcón, por ejemplo, tiene una carnicería. Otros, como Diego Lara, realizan estudios universitarios.
Ellos insisten en que los errores surgen por la inmediatez del juego. “No hay mala fe. Las deficiencias se dan porque somos seres humanos”, asegura Lara.
Bomer Fierro, instructor académico, dice que los árbitros deben planificar para evitar errores. Pero sugiere que los inspectores deberían revisar el video del cotejo antes de emitir sus informes.