El Gobierno Nacional, en el proceso de incrementar la productividad de las industrias a través de la mejora de las capacidades locales, ha dado un ‘empujón’ a los fabricantes de motocicletas.
En contraparte al sector automotor, en el cual se determinó un impuesto de entre el 10 y el 18% a los CKD de los vehículos ensamblados en el país, la normativa establecida por el Comité de Comercio Exterior (Comex) exige que se integre a las motos un 5% de su valor total con piezas producidas en el país.
Otra diferencia es que las empresas de vehículos vienen desarrollando autopartes por alrededor de 20 años.
La ley toma como base la necesidad de lograr una mayor incorporación de componente nacional, es decir, la utilización de partes que permitan un crecimiento del sector motopartista del país. Sin embargo, la Asociación de Empresas Ensambladoras de Motocicletas (AEMAE) se siente preocupada ante este panorama desafiante.
Esto se debe a que la industria de motos y motopartes es relativamente joven en el país, por lo que el reto impuesto va a poner a prueba a muchas compañías.
Según la AEMAE, en el 2012 se ensamblaron 69 000 unidades, pero los CKD eran importados especialmente de la China.
El nuevo reglamento se desarrolló en agosto del año pasado, pero recién se ejecutó hace dos meses. El Ministerio de Industrias y Productividad (MIPRO) aclaró que hará seguimientos continuos a partir de esta fecha para verificar los porcentajes de componente nacional con cada una de las ensambladoras del país.
Metaltronic es una de las pocas empresas que hace motopartes. En un trabajo en conjunto con la marca Thunder, ambas industrias trabajan en el ensamblaje de motocicletas con motopartes 100% ecuatorianas. Basculantes (eje trasero que permite la amortiguación), parrillas, volantes y las patas de apoyo son las cinco partes que Metaltronic fabrica para las motos de marca Thunder.
Juan Pablo Vélez, gerente general de Thunder Motors, asegura que esta medida “todavía no es muy conveniente para el sector porque elaborar una pieza representa entre tres y 10 veces más al valor de importación de CKD”.
La respuesta del MIPRO a las empresas fue de “a mayor grado de integración, menor es el cobro de aranceles”.
Vélez sostiene que en el caso de Thunder y Metaltronic, ellos están absorbiendo los costos de producción, por lo que los precios de sus motocicletas todavía no representan los verdaderos valores de la integración de piezas locales.
Para alcanzar un equilibrio en el mercado de motocicletas se necesita una producción de mayor volumen, concuerda el sector.
El gerente general de Thunder Motors opina que “muchas plantas no continuarán con sus labores porque no podrán cumplir con estas expectativas”. No obstante, añade, que esta transición es posible con un plazo más largo.
Por el momento, la AEMAE está negociando con las diferentes instituciones gubernamentales para lograr políticas arancelarias que realmente favorezcan y haya un balance entre calidad y precio.