Guillermo Sanguinetti: ‘El convencimiento pasa por el técnico’

Entrevista con Guillermo Sanguinetti, entrenador del Deportivo Cuenca. Foto: Ariel Ochoa / API.

Entrevista con Guillermo Sanguinetti, entrenador del Deportivo Cuenca. Foto: Ariel Ochoa / API.

Entrevista con Guillermo Sanguinetti, entrenador del Deportivo Cuenca. Foto: AFP

Guillermo Sanguinetti nació en Montevideo, Uruguay, el 2 de abril de 1966. Desde el 2008 ha dirigido a clubes de Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú y Ecuador.

Usted es conocido como un técnico que afronta retos en situaciones críticas. ¿Es un nuevo desafío con Dep. Cuenca?

Sin duda. Es un reto difícil por su ubicación, tenemos que sacarlo de la zona del descenso. Nuestra tarea es trabajar duro para encontrar un funcionamiento en cada una de las líneas, después de eso vendrán los resultados que esperamos.

El uruguayo Juan Ramón Silva, interino por dos semanas, dijo que la actitud no alcanza, que el futbolista debe tener condiciones. ¿Hay plantel como para salir de la zona del descenso?

Es el plantel que tenemos por ahora, lo estamos analizando día a día. Más allá de verlos en los partidos, vamos sacando conclusiones en los entrenamientos. Hay el compromiso de los directivos de traer refuerzos para la segunda etapa, estamos viendo en qué posiciones necesitamos. Lo que se busca es gente de experiencia.

¿Hay similitudes en relación con lo experimentado con River Ecuador o Cúcuta de Colombia?

Cuando tomé River Ecuador se vivía una situación parecida. Lo diferente es que River venía con el mismo equipo por muchos años; Deportivo Cuenca es un plantel nuevo, por la salida de muchos jugadores. Nuestra tarea es amalgamar.

Este año va por su tercera temporada en Ecuador. ¿Cuánto ayuda para acoplarse a un equipo en plena competencia?

Es importante, porque ya sabes con qué te vas a encontrar. Sabes a qué atenerte porque conoces las virtudes y los defectos. Hay que tratar de adecuarse a los jugadores que se tiene y sacar el máximo provecho de su mejor rendimiento.

Usted anticipó que quiere un conjunto equilibrado, agresivo, que defienda bien y sepa atacar. ¿Cómo lograrlo?

Sí, esa es la idea. Quiero un equipo equilibrado, con transiciones rápidas, que sepa defenderse cuando ataca. Tener buen trato de pelota, ser vertical, lateralizar y pensar que primero hay que defender bien.

¿Falta autoconfianza?

El convencimiento pasa muchas veces por lo que el entrenador transmita, pero también hay que saber llegar a los jugadores. Ellos están conscientes del momento crítico y saben que esto va a cambiar.

El 2017, bajo su dirección, Delfín fue vicecampeón del fútbol ecuatoriano. Ahora la situación es diferente en Cuenca. ¿Cómo se maneja la presión en cada situación?

Para los entrenadores es algo normal porque estamos condicionados a los resultados, la presión siempre existe en el fútbol. Uno tiene que pensar en los objetivos que se propone y que no se concretan en dos o tres partidos, se dan a lo largo del año.

¿Qué significó para usted estar 21 partidos invicto con un equipo de bajo presupuesto?

Fue algo único, histórico y creo que será difícil que se repita, tomando en cuenta los presupuestos que tuvieron los rivales con los que peleó Delfín. Fue muy meritorio lo que se hizo.

¿Esa ha sido su mejor campaña como DT?

No miro cuál es la mejor campaña, sino que me propongo objetivos. A veces se plantea pelear un campeonato, clasificarse a una copa internacional y, en otras, salvar la categoría. En cada uno he logrado los objetivos y eso me deja conforme.

Con su experiencia en el país, ¿qué le falta al futbolista ecuatoriano?

Tienen buenas condiciones físicas, son jugadores potentes y rápidos. A veces la parte táctica les cuesta un poco y eso se debe tener más en cuenta. Existen cualidades que se van mejorando mucho, son luchadores.

Hasta el momento, ¿cómo analiza la participación de los rivales?

Hay equipos que luchan por la punta, como Barcelona, Liga de Quito y Universidad Católica, y otros están en la zona intermedia. Nosotros tenemos que apuntar a los rivales que están en los últimos lugares y tratar de superarlos. Con Barcelona demostramos que el fútbol es muy parejo, equilibrado, más allá de las individualidades que marcan la diferencia. Si en lo colectivo logramos crear un equipo fuerte, competitivo, podemos tener la posibilidad de ganarle a cualquiera. Pero así como ganas a cualquiera, puedes perder con cualquiera. Pasa por la mentalidad y por el convencimiento de los jugadores. Eneso hay que insistir.

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