El bullicio fue ayer una constante en el Polideportivo de Totoracocha, al noreste de Cuenca. En ese escenario se cumplieron las competencias de karate y hoy siguen las de tenis de mesa dentro de los Juegos Nacionales Juveniles.
Los gritos de karatecas y microtenistas se escucharon a cada instante, durante los combates, igual los aplausos de padres de familia y técnicos. Sin embargo, tampoco faltaron los reproches a los deportistas y jueces, por parte de los entrenadores y dirigentes.El escenario lució ayer multicolor con los uniformes que identifican a las 23 provincias participantes. Galápagos, que argumentó problemas económicos, es la única ausente. Al mediodía, el calor traspasó las paredes y la cubierta de asbesto cemento.
No hubo interferencia entre las competencias de karate y tenis de mesa. Se repartió el espacio en partes iguales. Allí, los karatecas guayasenses dominaron los combates en las modalidades de kata (una pelea de imaginación, sin rival, se ve la técnica y los movimientos) y kumite (con oponente y se toma en cuenta los puntos).
La más destacada de Guayas fue Layla Rugel, quien sumó dos oros en kata y kumite. Ella dejó en el camino a todas sus rivales, contando con el apoyo de sus padres Ian Rugel y Beatriz Infante. También estuvieron sus abuelos, quienes observaban desde los graderíos de cemento.
Está en este deporte desde hace 10 años y se entrena con su progenitor, quien tiene una academia de karate en Guayaquil. En los últimos cinco años ha ganado todos los títulos nacionales, en las diferentes categorías. El mes pasado, en Venezuela, acumuló dos medallas de plata y una de bronce.
En la final de kumite, cumplida luego del mediodía de ayer, Rugel ganó a la pichinchana Érika Tay. El padre de la triunfadora filmó la competencia y comentó que lo hace siempre con el objetivo de mejorar la técnica. “Ella es la única karateca que obtuvo dos medallas de oro”, destacó Ian Rugel.
Guayas también obtuvo oros con Bryan Acuña, Carlos Flores, Alberto Jairala y Tamara Barriga, en las categorías menos de 55, 68, 76 y 48 kilos, respectivamente. Todos en kumite. Mientras tanto, por Pichincha lograron oro Raúl Arcentales y Jonathan Melena, en kata y kumite (61 kg).
Melena confesó que su padre, Mario Melena, lo inculcó para que incursione en el karate por su baja estatura. “Me dijo que tenía que aprender a pelear para defenderme de los grandes”. Tiene cinco años en esta disciplina y su meta es representar al país en certámenes internacionales.
A unos 15 metros de los combates de karate, se libraban partidos emocionantes de tenis de mesa. Allí, Azuay, Pichincha Tungurahua y Guayas se disputaban su paso a la final en la modalidad por equipos. Luego de ajustados marcadores, pichinchanos y guayasenses lograron el objetivo.
Pasado el medio día, el trío conformado por Iván Proaño, Santiago Sevilla y Nicolás Zapata (Pichincha) se pusieron al frente de sus oponentes Rodrigo Tapia, Leonardo López y Pedro Litardo. En el primer juego, Tapia ganó a Zapata, luego Proaño venció a López y Sevilla a Litardo.
En la definición, se enfrentaron los mejores y Proaño superó a Tapia. De esa manera, Pichincha se llevó el título por equipos y Guayas el subtítulo. Hoy se juegan las modalidades de dobles, dobles mixtos e individuales.