Gonzalo Calisto es entrenador personal y realiza carreras de aventura y de ultramaratón. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Entrevista
Gonzalo Calisto /Deportista extremo
¿Vivimos un ‘boom’ en las carreras de montaña?
Absolutamente. Cuando empecé a soñar con competir en carreras de ultramaratón solo podíamos ver videos en Internet de retos en Europa y EE.UU. Para el 2010 eran contadas las carreras de este tipo en el país y en Sudamérica. Sin embargo, desde el 2011, el calendario nacional y sudamericano creció enormemente. Ahora tenemos pruebas de larga distancia durante todo el año. Existen retos como la Polichasqui, de kilómetro vertical, y otros de 80 km como el Endurance Challenge. También hay circuitos de maratón como el de Andes 6 000, pruebas de ciclismo de montaña y de aventura.
¿Por qué se ha dado este incremento?
Correr por la montaña es una forma de expresión bastante interesante porque se requiere de un mínimo de equipamiento. En las pruebas de aventura se necesitan linternas, botes, remos, chalecos, todo un equipo de supervivencia.
En una carrera, la organización monta la seguridad para que se pueda estar ligero y disfrutar. Tampoco se debe invertir mucho. Básicamente se requiere un par de zapatos y nada más. En algunas carreras te piden chompas impermeables, que las hay desde USD 10 hasta 600. Se puede ir con cualquier material, pero igual se disfruta de sitios maravillosos.
Al correr también se fortalecen la mente y el cuerpo. ¿Lo ha comprobado?
Varias veces. En las carreras hay que superar dolores musculares, caídas, sensaciones de bajones energéticos, pero se pueden sobrellevar. Esa es la gratificación máxima al cruzar la meta. Quizás no seas el primero ni el más rápido, pero sí puedes ser el más fuerte el día de una competencia.
Creo que esas sensaciones vuelven adictas a las personas. Yo he llegado a sentir cansancio absoluto. En mi desafío de las 10 cumbres, el año pasado, llegué a sentir que no tenía ni una caloría de energía. En esa ocasión entendí lo que Nelson Vásquez me dijo cuando empecé en esto, en el 2003. Me dijo que se debía dominar la voluntad antes de entrenar la velocidad o la resistencia. La voluntad es la fortaleza a la que el ser humano debe aspirar.
¿Usted fue uno de los pioneros?
Con el equipo Movistar Ecuador fuimos pioneros en participar en pruebas de aventura. Me atrevo a decir que fuimos los primeros en un campeonato mundial. Fuimos pioneros, pero hubo otros que antes realizaban retos similares.
¿Quiénes?
Nelson Vásquez, uno de mis referentes en los deportes de ultrarresistencia. Lo que soy ahora se lo debo mucho a él, porque él demostró que no es imposible llegar a cubrir enormes distancias. Él fue mi punta de lanza al inicio, con sus carreras en Perú en el Inka Trail, en el InKa man. Él me enseñó a entrenar en la montaña.
Nelson es uno de los pioneros, pero lo utilizaba como entrenamiento porque antes no había competencias.
¿Ustedes forman a las nuevas generaciones?
Así como Nelson fue humilde y entregado con lo que aprendió, yo tengo ese mismo legado. Ayudo a preparar a personas que quieren superar sus límites, gente que está atrás mío, pisándome los talones.
Ahora hay gente que gana carreras y hasta pone récords. ¿Por qué?
Ecuador tiene las características geográficas perfectas para este tipo de deportes. En Quito tenemos cerca las montañas, lo que contribuye para practicar. Además, entrenamos en altura.
¿El nivel ha mejorado?
Ha mejorado el nivel y también hay más personas que realizan este deporte. La primera vez que corrí una prueba de aventura, largamos unos 20 equipos de cuatro personas.
Ahora, en el Reto Salud, hay 170 equipos. En la Vuelta al Cotopaxi, de ciclismo de montaña, salen 300 equipos y muchos se quedan sin cupos.
En la actualidad hay carreras todos los meses, con distintas distancias. Tengo corredores que tienen hasta dos pruebas por mes en su calendario. Además, considero que tenemos muchos talentos.
¿Quiénes son ellos?
Indudablemente Karl Egloff es un talento impresionante, con dos récords mundiales, muy difíciles de conseguir, en menos de un año. Nosotros, como equipo, alcanzamos un podio mundial de aventura compitiendo contra profesionales. Además, están Gustavo Cevallos y Francisco Pinto que triunfaron en la prueba La Misión, talvez la más prestigiosa de Sudamérica en larga distancia. Está Franklin Tenorio, quien salió del asfalto y ahora está en el todoterreno. Él es un atleta excepcional, que ganó dos veces consecutivas la 80 km de aquí. La gente está aprendiendo cómo mejorar.
¿Y las mujeres?
Un 30 % del volumen de los participantes son mujeres. Algunas son muy fuertes. Verónica Rojas se prepara para la CCC en Francia, en agosto. Ella hizo podio en el Ultra Trail de México, una prueba dura. Myriam Pozo, corredora muy importante. Hay otras chicas jóvenes, que están empezando, que van a dar mucho de que hablar.
Hoja de vida
Su vida. Gonzalo Calisto es entrenador personal. Tiene 34 años y realiza carreras de aventura y de ultramaratón.
Su experiencia. Ganó La Misión, carrera de 160 km en Argentina. Fue tercero en el Mundial de Aventura con el equipo Ecuador. A finales de año buscará las 10 cumbres más altas del país, en una misma travesía de 800 km. Buscará fondos para una fundación de niños con cáncer.