Entre el 6 y el 10 de septiembre, la Selección de Ecuador tendrá calor y frío. Le faltará el aire en la altitud de La Paz y buscará con urgencia hidratarse en la húmeda y calurosa Barranquilla. Es la segunda vez consecutiva, desde que en Sudamérica se juega en la modalidad de todos contra todos, que Ecuador tendrá una doble jornada como visitante en dos paradas tan distintas entre sí: el calor de la costanera ciudad colombiana y la altitud de Bolivia.
Estas dos pruebas llegan en un momento particularmente difícil para la Selección, que está lejos de su mejor fútbol e intentando superar el dolor tras la repentina partida de Christian ‘Chucho’ Benítez, ocurrida hace un mes.
Reinaldo Rueda, el DT de la Selección reconoce que con su cuerpo técnico tuvo que armar una planificación distinta para enfrentar los dos partidos, en los cuales el DT aspira alcanzar al menos cuatro puntos. “Nos toca afrontar esta situación y prepararnos de la mejor forma y con todas las herramientas a nuestro favor”.
Sin embargo, hay un detalle que ha sido observado por el cuerpo técnico. El jugador ecuatoriano es capaz de realizar excelentes rendimientos en ciudades del llano y tres días después reducir su nivel de juego en la altitud. El ejemplo también puede darse en el sentido inverso. Por ello, el preparador físico Carlos Eduardo Velasco y el médico Patricio Maldonado ponen en marcha un intenso plan de hidratación para evitar el desgaste de los seleccionados en la primera parada de eliminatorias, ante Colombia el seis de septiembre.
Agua e hidratante en todos lados en el fortín tricolor
La hidratación es un punto fundamental, casi un tema obsesivo para Velasco, el meticuloso ayudante de Rueda. Él y su cuerpo de trabajo han inculcado en los seleccionados la necesidad de consumir permanentemente agua e hidratante para reforzar la dosis de electrolitos en su organismo.
De hecho, por pedido del PF, cuando los jugadores lleguen a su cuarto en la concentración en la Casa de la Selección, en el sector de Monteolivo, se encontrarán con dos botellas: una de agua y otra de la bebida hidratante que auspicia a la Tricolor. Las botellitas multicolores también se verán en los sitios de descanso, en la sala de juegos, a la salida de la zona húmeda.
El procedimiento, según el deportólogo Alexei Darquea, es el adecuado. “Para jugar en temperaturas tan intensas como las de Barranquilla hay que llegar perfectamente hidratados y ese proceso debe empezar seis u ocho días antes de la competencia”.
Otra de las claves, según el exgaleno de la Tricolor, Rubén Santamaría es realizar cortas permanencias en las sedes de los partidos. “Hay que evitar el desgaste a toda costa”. Ecuador así lo hará: tiene previsto viajar el miércoles hacia suelo colombiano, el jueves reconocerá la cancha y al día siguiente jugará el partido y horas después regresará a Quito en vuelo chárter.
Santamaría, quien estuvo con el equipo tricolor en el Mundial del 2006 dice que en aquella cita del mundo, él y los integrantes del cuerpo médico y de ayuda colocaban ‘tomatodos’ en los bordes de la cancha, para que los jugadores pudieran tenerlos a mano y recuperarse del gran esfuerzo.
El médico sostiene que uno de los indicadores para saber si un jugador tiene la cantidad de agua y electrolitos suficiente en su cuerpo se evidencia en la orina. Si esta es clara, es una muestra de buena hidratación.
Una evaluación pospartido es clave para definir titulares
El partido en Barranquilla se avizora exigente por la calidad del rival y por las condiciones climáticas en el estadio Roberto Meléndez. El médico Darquea dice, por ejemplo, que en un partido jugado a 25 grados de temperatura, con una humedad no tan considerable, un jugador de alto rendimiento podría perder hasta 600 ml de agua. “Esas condiciones aumentarán mucho más en el caso del partido de Colombia. A ello hay que sumar los desplazamientos y todo lo que representa ese desgaste”.
Rueda y los suyos lo tienen claro. Por ello, tras su regreso a Quito, en la madrugada del sábado 7, se realizará una evaluación bioquímica que será importante para el futuro inmediato, para el viaje al aeropuerto de El Alto en Bolivia.
Ayer el DT lo advirtió claramente: ante los bolivianos solo jugarán aquellos futbolistas que superen el desgaste del primer cotejo, no quiere comprometer a los seleccionados ni que estos se lesionen.
Por ello, en esta convocatoria, el cuerpo técnico intentó contar con variantes por puesto y dio una cierta pista respecto a un titular: Joffre Guerrón jugará desde el inicio en al menos uno de los dos partidos: “Conversé con él y le dije que antes no lo llamaba porque no lo iba a hacer viajar 17 horas para no jugar. Que cuando lo convoque él iba a jugar”. La Tri espera estar completa hasta el fin de semana. En estos días, además de con balones, a los jugadores se los verá con muchas botellas en mano Quito
El estadio Roberto Meléndez SenS tiene capacidad para 40 000 personas En septiembre, hay temporada de lluvias en la ciudad. Según los datos meteorológicos, el día del juego lloverá en la noche.
La Tricolor llevará sus bebidas hidratantes y agua. Además, en la utilería se llevará ropa ligera y petos para realizar los entrenamientos y la entrada en calor antes del partido.
El estadio Hernando Siles con capacidad para 50 000 personas será la sede del juego.
En esta temporada, el clima es seco y habrá presencia de sol durante el compromiso. Ese día, la temperatura oscilará entre los 7 y los 16 grados centígrados.
La utilería que se prepara es camisetas manga larga, ropa abrigada e incluso guantes.
31 g rados es la previsión del clima que hará en Barranquilla el viernes 6, cuando la Tri visite a Colombia.
16 grados es la temperatura máxima prevista para el martes 10 en La Paz, el día del partido ante Bolivia.