Universidad de Chile y Liga Deportiva Universitaria de Quito definirán mañana en Santiago la final de la Copa Sudamericana, un duelo al que los locales llegan con la ilusión de alzar su primer trofeo internacional. “No estamos confiados, pero sí tenemos en cuenta que jugaremos el partido más importante en la historia del club.
Tenemos que estar preparados para eso”, admitió el volante Marcelo Díaz. Los chilenos, invictos y con un 1-0 a favor tras el duelo de ida, sueñan además con igualar el registro de Velez Sarsfield como el mejor campeón de la Copa Sudamericana, con seis victorias y dos empates. “Esperamos que sean los 90 minutos más alegres de nuestra vida”, resumió Díaz ante el mayor desafío de los “azules” en 84 años, luego de tres semifinales internacionales fallidas en el palmarés de los chilenos. LDU, campeón de Copa Libertadores en 2008 y Copa Sudamericana en 2009, llegó a Santiago dolido por la derrota en Quito, pero con la fe intacta en su experiencia.
“Las posibilidades son menores, pero nadie nos quita la ilusión de poder cambiar la historia”, dijo el técnico Edgardo Bauza. El adiestrador, que endosó el favoritismo a los locales, aseguró que no duda de que sus adversarios saldrán al ataque. “Vamos a encontrar un equipo agresivo tal como ha sido en toda la Copa Sudamericana”.
El duelo, cuya venta de entradas provocó caos en Chile, será disputado bajo estrictas medidas de seguridad, ante la atención suscitada en Chile, país cuyos clubes disputaron sólo siete finales similares en la historia. El propio ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, visitó hoy el Estadio Nacional.
“Quiero pedirle a los hinchas de ‘U’ que si ganan celebren con moderación y no hagan destrozos”, dijo. “Lo que va a ocurrir es un hecho histórico. El Estadio Nacional será embajador del país, por eso nos queremos comprometer a darle una gran enseñanza al mundo de que acá se juega con pasión, pero con orden y paz”, agregó. Cerca de un millar de policías de hecho están listos para tomar el control de las calles antes, durante y después del duelo, cuyas entradas superan los 500 dólares en la reventa. La venta de alcohol será prohibida en varias cuadras a la redonda del coliseo. La final será además una revancha especial para el técnico de Universidad de Chile, el argentino Jorge Sampaoli, quien el año pasado perdió la final del torneo ecuatoriano ante LDU dirigiendo a Emelec