¿Cómo se puede explicar el éxito de Antonio Valencia en un equipo grande del mundo como El Manchester United, tomando en cuenta su origen y su poca aparición mediática?
Hoy el fútbol, como el mundo, está totalmente globalizado, no extraña que haya futbolistas de cualquier procedencia en los mejores clubes de Europa. Pero, además, la política de contrataciones del DT Álex Ferguson y del Manchester United está basada en el mérito. No compran jugadores por nombre o por ‘marketing’ si no por condiciones. Y Valencia las tiene de sobra. Ibrahimovic, por ejemplo, nunca sería contratado por Ferguson.
Históricamente, los jugadores argentinos y brasileños han mostrado carácter y personalidad para triunfar en Europa, ¿cuál fue la principal virtud de Valencia?
Las mismas dos: carácter y personalidad. Eso está declarado por Ferguson: “Nosotros lo primero que miramos en un jugador es su carácter, vemos cuando lleva la pelota, si está sereno, si no tiene miedo de perderla, es un jugador para este club”. Al margen de ello, están las excelentes cualidades físicas y técnicas de Valencia, su dinámica, su magnífico remate.
¿Cuál es el principal factor que impide a un jugador latino o sudamericano triunfar en Europa?
Técnica y físicamente no tienen impedimento. El tema más espinoso es la adaptación. El jugador tiene que querer adaptarse al país, a la ciudad, al club, al DT, a la comida, aprender el idioma… Si lo hace, triunfa, porque el sudamericano, sin ninguna duda, es superior al europeo. Estamos hablando en líneas generales, por supuesto. Rooney, Xavi, Cristiano Ronaldo son extraordinarios. Hay muchos europeos buenos. Quien no se acostumbra a Europa no se acostumbra a nada.
¿Por qué el mercado europeo se fija ahora en futbolistas ecuatorianos, mexicanos, venezolanos, peruanos…?
Porque el juego se emparejó en todos lados y surgen figuras en cualquier país. El técnico de Brasil en la Sub 17 me decía esto: “Nosotros todavía seguimos ganando, pero cada vez nos cuesta más. Le podemos ganar a Venezuela, a Bolivia, a Perú, pero por un gol, cada vez lo tenemos más difícil”. Lo mismo le pasa a Argentina. No es que el fútbol argentino o brasileño hayan caído, todos los demás subieron.
Alberto Spencer es considerado un ícono del fútbol ecuatoriano, ¿Valencia superó esta historia por lo hecho en Europa?
Lo supera en trascendencia. Indudablemente ser una figura en Inglaterra, haber ido a un Mundial, le da mucho resplandor a todo lo de Antonio Valencia. Pero lo que hizo Spencer no lo borra nadie. Fue un fenómeno en tiempos en que Ecuador era un fútbol muy menor. Ir a jugar a Uruguay en 1960 y triunfar como él lo hizo es una hazaña. Los zagueros te pegaban de la cintura para arriba. Y él se impuso.
¿El jugador ecuatoriano aprendió a ser profesional?
Creo que sí, y en esto le doy valor a los cientos de técnicos y futbolistas argentinos que llegaron a Ecuador e hicieron escuela a lo largo de los años.
Tomando en cuenta los antecedentes futbolísticos de brasileños y argentinos, ¿cuál es la percepción que estos tienen de los jugadores ecuatorianos?
Antes ni miraban a Ecuador, no se concebía contratar a un ecuatoriano, excepción hecha por Alberto Spencer. Pero en cuanto la Selección y los clubes comenzaron a trascender, obviamente se generó un respeto. Y si aparece un jugador bueno, es tan apetecible como cualquier otro.
¿Se puede decir que la competencia latinoamericana por participar en los clubes europeos es más complicada?
No, porque así como comenzaron a exportar Colombia, Ecuador, Chile, Venezuela y otros (Perú siempre vendió jugadores), también crecieron los mercados compradores. Ahora contratan desde Rusia, Ucrania, Escocia, Suiza y decenas de países más que antes no lo hacían. Aparte, cuando sale un ‘crack’ en Argentina o Brasil, siempre aparecen interesados.
En Europa el racismo es más marcado, eso es un hecho real, aunque se pretenda minimizar y erradicar. ¿Cómo un futbolista debe afrontar este otro reto, aparte del deportivo?
Denunciándolo. Igual, se exagera un poco con esto en cuanto a lo que se dice en los campos de juego. Los jugadores, al calor del partido, se dicen cosas. Siempre fue y será así. No son cosas personales ni lo hacen por racistas sino para obtener una ventaja. Es como cuando, en la final del mundo, Materazzi le habló a Zidane de la hermana. No es que pensara violarla, era para desestabilizarlo. Y lo logró.
¿Xavier Hernández, Christian Noboa, Jefferson Farfán y Antonio Valencia son los nuevos referentes latinos en Europa? Por supuesto, dejando fuera del caso a brasileños y argentinos, que tienen tradición.
Sí, aunque de Noboa se habla poco fuera de Ecuador.