Diego Calderón ingresó al camerino (el sábado) con una pelota para dársela a Claudio Bieler como un premio por sus tres goles anotados en el partido ante El Nacional.
Cuando salió de la cancha, Édison Méndez abrazó a Bieler y le dio dos palmadas. Bieler salió radiante del Atahualpa.
Ayer, el ‘Taca’ descansó y habló por teléfono con su familia de Argentina porque, otra vez, fue figura en el equipo merengue. Es un buen año del goleador a pesar de los apuros del equipo.