Los uruguayos siempre lo recordarán como el jugador que posibilitó el milagro. En el último minuto del Uruguay vs. Ghana, válido por los cuartos de final, Luis Suárez impidió con su mano que la pelota ingrese en el arco. Fue penal y expulsión. Luego, Asamoah Gyan estrelló el balón en el poste y luego, en la definición por penales, los charrúas se impusieron a los africanos.
Después de aquel partido, Suárez casi ni precisó que le hicieran alguna pregunta. Fue derecho hacia el grupo de periodistas uruguayos que lo esperaban y “se entregó” solo; se sacó los auriculares, dejó de escuchar música y encaró -como en la cancha- derecho al tema de la noche: “¡Así sí que vale la pena hacerse sacar una roja!”.
Suárez se perdió el partido de la semifinal ante Holanda, pero podrá reaparecer el sábado ante Alemania en la lucha por el tercer puesto. Sin embargo, hasta ahora en Uruguay (y en Ghana también) se continúa hablando de su polémica mano. Incluso, los dirigentes africanos le recomendaron a la FIFA que se hiciera un debate más generalizado para sancionar con más dureza ese tipo de acciones que impiden goles.
Pero Suárez dice que volvería a hacer esa acción si estuviera en una situación similar. “Cuando tira el primer africano vi que iba adentro. La saco primero con la rodilla y después cuando le cayó al otro de nuevo, le puse las manos, no me quedaba otra”, contó el ariete.
El goleador agregó: “Creo que tenía el cuerpo del lado de adentro y fue por eso que no pude sacarla de cabeza, porque si no, capaz que nos cobraba el gol. Creo que lo que sirvió mucho fueron los picados de siempre, donde yo me pongo de arquero de los dos equipos, ¡je!”.
Suárez es un jugador muy creyente en Dios. En aquel juego ante los ghaneses (2 de julio) cuando caminaba cabizbajo hacia los camerinos, “le pedía a Dios que hiciera que el africano errara el penal o que pasara algún milagro ¡Parece que me escuchó!”.
Pero además de sus oraciones, el delantero ha contribuido con goles para su equipo. Con dos tantos suyos, el cuadro charrúa pudo imponerse a los difíciles surcoreanos en los octavos de final. En la primera fase del certamen también marcó un tanto ante México, que sirvió para que el equipo se adueñara del primer lugar del grupo A del torneo.
El delantero del Ajax de Holanda fue una de las grandes ausencias de la ‘Celeste’ en el partido ante los holandeses. “Ver el partido desde afuera es mucho más complicado, se sufre más”.
Su regreso ante Alemania es una garantía de gol para el equipo, según reconoció ayer el técnico Óscar Tabárez en su habitual rueda de prensa.
La idea del ‘Maestro’ es contar con él y con Diego Forlán como los referentes en el ataque. Sin embargo, la principal duda pasa por la lesión de Forlán (ver nota compartida).
Suárez y el resto de jugadores charrúas quieren lograr el tercer puesto venciendo a Alemania.