La larga espera de la FIFA por ver aprobada la Ley General del Mundial de Brasil 2014 podría terminar este miércoles, según pronosticó hoy el líder del gobierno en el Senado, Eduardo Braga.
Según Braga, hasta mañana los senadores aprobarán un pedido de urgencia para la votación del proyecto, que tendrá lugar el miércoles, un día después del encuentro que sostendrá mañana en Zúrich el ministro brasileño del Deporte, Aldo Rebelo, con el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke. “Vamos a poner fin a este culebrón. Creo que esta decisión debería haber sido tomada hace cinco años, cuando formalizamos el contrato con la FIFA (para recibir el Mundial de 2014)”, expresó el legislador del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
El senador afirmó que ya conquistó apoyo mayoritario para evitar que el proyecto aprobado por la Cámara Baja tenga que ser analizado por tres comisiones de la Cámara Alta antes de ser votado por el pleno, lo que ayudaría a abreviar el proceso de aprobación. El texto de la Ley General llegó al Congreso en octubre del año pasado, y sólo en marzo último fue aprobado por la Cámara Baja.
La demora en la tramitación de la propuesta -sumada a los retrasos en las obras de infraestructura prometidas por Brasil para el Mundial- molestaron a la FIFA.
La crisis en las relaciones entre el “país del fútbol” y el ente rector alcanzó su punto máximo en febrero pasado, cuando Valcke opinó en Londres que los organizadores brasileños necesitarían “una patada en el culo” para acelerar las cosas.
La frase generó indignación en Brasil, y el ministro Rebelo llegó a anunciar que ya no aceptaría a Valcke como interlocutor del gobierno sobre temas del Mundial. La crisis quedó superada días después, luego de que el secretario general y el propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se disculparan formalmente por la frase.
Sin embargo, las disculpas no borraron totalmente el malestar en Brasil, y una visita de Valcke al país prevista para marzo fue aplazada a fecha todavía indefinida, y la FIFA optó por organizar mañana en Zúrich el primer encuentro del secretario general con Rebelo después de la polémica.
Si se confirman las previsiones de Braga, el proyecto de la Ley General será aprobado el miércoles, pero ello no significa el fin de los problemas de la FIFA con el país organizador del próximo Mundial.
Además de los retrasos en las obras de estadios y de infraestructura, el propio texto de la ley que regulará las garantías comerciales de la FIFA y de sus socios durante la gran cita del fútbol es fuente de polémica, ya que el texto aprobado por la Cámara Baja es ambiguo en lo que se refiere a la venta de cerveza en los estadios.
Pese a que revoca la vigencia de la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en estadios recomendada por el Estatuto del Aficionado -una norma federal-, el proyecto de los diputados no hace referencia a las leyes locales sobre el tema, lo que obligará la FIFA a negociar directamente con las autoridades locales de cada una de las 12 sedes de la cita.
Según afirmó en enero pasado el propio Valcke, el permiso de venta de bebidas alcohólicas en los estadios es considerado una exigencia “innegociable” de la FIFA, que desea proteger los intereses de uno de sus más importantes patrocinadores, la cervecera Budweiser.