Es un acto de fe. Se arrodilla, cierra sus ojos y levanta sus manos. El golero Alexander Domínguez, de Liga, cumple ese rito religioso antes de cada partido, cuando su equipo hace un gol o al ganar cotejos claves.
En los entrenamientos, antes y después, también es frecuente ver al guardameta persignarse y rezar en silencio.
‘Dida’, como se le identifica a Domínguez por su parecido al ex arquero de selecciones brasileñas, es titular hoy en el partido de revancha que Liga juega contra Vélez Sarsfield, en Buenos Aires (Argentina), por la Copa Sudamericana.
El guardameta llega con el antecedente de haber sido figura en la clasificación a las semifinales. Atajó dos penales decisivos ante Libertad, en Paraguay, hace dos semanas.
El buen momento que atraviesa el arquero, incluso fue analizado en el último seminario de preparadores de arqueros realizado en el país.
Allí participó Gustavo Flores, preparador de arqueros de Liga. “Hubo buenos conceptos sobre los arqueros ecuatorianos. Se reconoció el trabajo de
Domínguez y sobre todo su juventud. Aunque todavía puede mejorar”, dijo Flores.
El espigado guardameta
(1,90 m) contó que en un partido de fútbol, en momentos decisivos, siempre piensa en Dios y en su madre, doña Gloria.
Cuando habla de sus inicios recuerda que hace cinco años su familia lo despidió en la terminal terrestre de Esmeraldas.
Así, dejó su tierra (nació en Tachina) para enrolarse en Liga y empezar su carrera en el fútbol profesional. Cuando debutó en primera lo hizo con el apoyo del DT Edgardo Bauza; quien, en ese entonces, decidió sentar a Christian Mora.
Bauza justificó su argumento. “En dos o tres años, Domínguez llegará a la Selección. Aún falta pulirlo, pero tiene todo: estatura, reacción y actitud”, dijo el estratega, en el 2006.
El vaticinio de Bauza se cumplió. Ha sido llamado a la Selección y ha participado en 31 cotejos de torneos internacionales con la ‘U’. ‘Dida’ ha recibido 29 goles y suma 2 707 minutos con en el equipo albo
Por ello, casi siempre en la lista de agradecimientos de Domínguez, son nombrados Bauza y, principalmente, la familia Paz: Esteban y Rodrigo.
Ambos directivos y su familia, según Domínguez, fueron un apoyo importante cuando fue sancionado por la Federación Ecuatoriana por una adulteración en su documentación personal. Eso le significó una sanción de seis meses.
Domínguez creció siendo la sombra de José Francisco Cevallos. Alternó la titularidad y aprendió los secretos del arco y de penales. Hoy, la confianza y la fe se depositan en las manos de ‘Dida’ y sus 10 compañeros.