Es inminente el anuncio oficial y canchallena.com te cuenta cuáles son los planes del próximo DT del seleccionado; el ex entrenador de Estudiantes planea contar con Roberto Ayala o Gabriel Batistuta, para su nueva tarea al frente del equipo nacional
De la redacción de canchallena.com.- Con la presentación oficial dispuesta para los primeros días de la semana próxima, Alejandro Sabella comenzó a delinear el perfil de su cuerpo técnico y analiza sumar uno o dos referentes históricos a su grupo de trabajo: Gabriel Batistuta y Roberto Ayala. A sus 56 años, el ex entrenador de Estudiantes será oficializado -entre lunes y miércoles próximo- en el predio de Ezeiza.
Sabella se reunió varias veces con su círculo de confianza que lo acompaña a todos lados integrado por Claudio Gugnali, Julián Camino y el profesor Pablo Blanco. El flamante DT del seleccionado tendría entre sus proyectos también sumar a Juan Sebastián Verón a su grupo de trabajo, pero una vez que el actual jugador de Estudiantes decida dejar el fútbol.
Con Carlos Bilardo desafectado de sus tareas y nuevo asesor de la presidencia, y Humberto Grondona también reacomodado en la estructura de AFA, Sabella buscará además unir su trabajo en la selección mayor con un trabajo en juveniles, y es por eso que la AFA pidió cuatro proyectos para evaluar luego del Mundial Sub 20, que comienza hoy en Colombia.
La Generación del ’86 no continuará y Alejandro Sabella será el encargado de liderar el proceso siguiente, que se iniciará en Asia con dos amistosos: el 2 de septiembre ante Venezuela, en Calcuta (India), y el 6 frente a Nigeria, en Dacca (Bangladesh).
La Argentina debutará en las eliminatorias el 7 de octubre ante Chile como local. Antes, habrá dos amistosos de selección local frente a Brasil: el 14 de septiembre como visitante y el 29 como local; ambos duelos en ciudades a designar.
Sin pachorras , Sabella ya empezó a trabajar para darle forma al comienzo de su era al frente del seleccionado nacional, ese mismo que será el inicio de una nueva etapa con una estructura diferente a la de los últimos tres años que deja atrás la injerencia de la Generación del ’86.