Eduardo Escobar Barragán, secretario general de Liga Deportiva Universitaria, envió una carta a la señora Guadalupe Mantilla de Acquaviva, directora de El COMERCIO, en la que precisa una publicación. Esta dice lo siguiente: El Directorio del club Liga Deportiva Universitaria de Quito, en su sesión ordinaria efectuada el lunes 24 de septiembre del 2012, hace precisiones a la noticia ‘Paz se queda en la ‘U’ y arma un nuevo plan’, publicada el 15 de septiembre del 2012, en la página 21 de la sección Deportes. Allí se refiere a los directivos visibles de Liga, entre otros, se menciona a Esteban Paz, como presidente de la Comisión Ejecutiva, a Patricio Torres, como vicepresidente de la Comisión Pro. Estadio y a Carlos Arroyo Álvarez, como presidente de Liga de Quito, mencionando que su única función es la de controlar el aspecto académico y administrativo del Colegio de Liga en Pomasqui, para lo cual gestiona recursos para dicho establecimiento. La mención a Carlos Arroyo como presidente del club, en lo relativo a sus funciones, es totalmente errónea y perjudica indudablemente la imagen institucional de un club tan prestigioso; de conformidad con el estatuto del club, artículos 36, 45 y 46, el Directorio está integrado por el Presidente, tres vicepresidentes, siete vocales principales, con suplentes, el síndico, el secretario. Así mismo, de conformidad lo prescrito en el artículo 40, literal g, del referido estatuto, el directorio, entre sus múltiples atribuciones tiene las de designar las comisiones que sean necesarias para el cumplimiento de sus funciones específicas; en ejercicio de las cuales el Directorio que actualmente preside el Ing. Arroyo, designó las comisiones de Educación, Económica, de Fútbol, entre otras. Según el artículo 42, el Presidente del club tiene las atribuciones principales: a.- representar legal, judicial y extrajudicial del club; convocar y presidir las sesiones, la asamblea general y del directorio, designar a los empleados del club.
Con estos antecedentes, resulta por demás evidente que el comentario aparecido en la edición del 15 de septiembre del 2012 no tiene fundamento alguno y, como se dijo anteriormente, desdibuja la imagen institucional del club y afecta la representación legítima que tiene su Presidente y representante legal.