En la final de la Copa de Hungría jugada entre los equipos Ludogorets vs. Botev Plovidiv, los aficionados lanzaron al campo de juego una incontable cantidad de bengalas que derivó en la paralización del cotejo.
No obstante, la situación se volvió incontrolable y lo que parecía un tranquilo partido de fútbol se tornó en un voraz incendio.
Al final, Ludogorets conisguió el título al ganar 1-0 a Botev Plovidiv.