El Inter de Milán consiguió el domingo el título 18 de su historia y se lo debe en gran parte a su carismático entrenador, José Mourinho. El portugués se ha convertido en una estrella -pese a sus diatribas a la prensa italiana-, y en un triunfador en Italia.
10 días después de que ganó la Copa de Italia, y a unos días de la final de la Liga de Campeones frente al Bayern de Múnich, el Inter está cerca de lograr un ‘triplete’, inédito en Italia.Un logro que el técnico podría obtener gracias a su olfato, método y mentalidad.
Mourinho atrajo a jugadores que eran suplentes en sus clubes pero que podrían formar la pieza angular de la escuadra italiana. El holandés Wesley Sneijder, primera víctima de la política del Real Madrid del presidente Florentino Pérez, ha dirigido el juego de los ‘nerazzurri’ este año.
Precisamente, respecto al interés de los madrileños por contar con los servicios del lusitano, este afirmó: “en este momento no soy tan egoísta como para pensar solo en mí. Pienso solo en el Inter y en mis jugadores. Después de la final de Madrid tendré tiempo para ser egoísta durante uno, dos o tres días, y pensar qué me haría más feliz profesionalmente”.
Con Mourinho, Sneijder se ha prodigado a lo largo de esta temporada dando pases milimétricos a la pareja de goleadores del Inter: el argentino Diego Milito y el camerunés Samuel Eto’o.
El ex jugador del Barcelona se adaptó rápidamente a un papel más defensivo que en su anterior equipo, mientras que el menor de los hermanos Milito encontró su mejor estado de forma a los 30 años, siendo el máximo goleador del equipo con 22 tantos en la Seria A.
En cuanto al método, el ex DT del Chelsea frenó los egos de los jugadores interistas. Para ‘Mou’, se trata solamente de futbolistas y nada más. Él decide cómo y dónde se debe jugar. Solamente el trabajo en equipo cuenta para el técnico portugués.
De esa forma, Mourinho se ha convertido en la estrella del equipo, como se pudo observar con la sanción que le impuso al joven delantero Mario Balotelli, por conducta inapropiada, sin que le temblara el pulso.
fakeFCKRemoveRespecto a la mentalidad, el técnico interista ha forjado un equipo fuerte, capaz de soportar la presión a final de temporada, como lo demostró ante el Barcelona en el encuentro de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, en la que salió derrotado por un gol en el Camp Nou.
Mourinho sabe transmitir su confianza a sus jugadores para que respondan dentro del terreno de juego. Eso se ha visto en las últimas jornadas en las que la Roma luchaba por el título de liga.
Al final, su templanza ha surtido efecto y ha eliminado la presión a unos jugadores, atrayendo la atención de los medios de comunicación, para que se concentren en ganar las competiciones en las que están involucrados.