Todo quedó, de manera oficial, en un mero anuncio, luego de las críticas que recibió el proyecto de aumentar a 38 los equipos participantes en el Campeonato de Primera División de Argentina.
El martes, una asamblea de dirigentes de clubes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) aprobó una drástica reforma en el sistema de campeonatos, que reincorporaba al recién descendido River Plate a la Primera División a partir de 2012 y fusionaba las dos primeras categorías (A y B).
Esa reforma también afectaba a opositores al Gobierno, pues perderían el derecho de transmitir el torneo de la categoría B.
El presidente de la AFA, Julio Grondona, promovió la reestructuración que elevaba de 20 a 38 la cantidad de clubes en la categoría superior, con lo cual la Argentina tendría la particularidad de ser uno de los países con mayor número de entidades en el certamen de Primera División.
La fusión de ambas categorías implicaría, en los hechos, el ascenso de facto de River Plate.
Además, estaba contemplado que en esta temporada 2011-2012 no descenderían equipos de Primera, lo que pondría a salvo a los poderosos Boca Juniors, San Lorenzo y Racing, que estaban comprometidos por el bajo promedio de puntos .
El nuevo certamen se jugaría en la temporada 2012-2013, en dos grupos clasificatorios de 19 equipos y los mejores de cada zona se unirán después en una liguilla integrada por 19 conjuntos para la lucha por el título (llamada Zona Campeonato).
El formato renovado cuenta con el aval del Gobierno argentino, que desde el año pasado pagó 600 millones de pesos (USD 145 millones de dólares) por los derechos de transmisión televisiva, y estaría dispuesto a doblar esa cifra, lo cual ha generado polémica.
Esta variante implicará, además, otro impacto al grupo económico Clarín, que dejó de ser el dueño de los derechos televisivos la temporada pasada, y a partir de 2012 también se quedaría sin la posibilidad de emitir los encuentros de las categorías de Ascenso.
Dueño de los derechos de TV a partir del programa Fútbol para Todos, el Estado decidió intervenir en la estructura de la competición con el objetivo de eliminar la B Nacional, potenciada por los descensos de River, Gimnasia, Huracán y Quilmes, cuatro equipos del área metropolitana. Los derechos de este torneo pertenecen a TSC, la sociedad entre Torneos y Competencias y el Grupo Clarín, que perdería el principal activo de su programación.
Clarín es un grupo opositor a la presidenta Cristina Fernández.
Vélez, en contra
La AFA anunció la creación de una señal televisiva propia, denominada AFA TV, cuyas características aún se desconocen.
All Boys, Vélez Sarsfield, Racing y Newell’s fueron los cuatro clubes que no se adhirieron de manera explícita a la iniciativa del megatorneo.
Julio Baldomar, vicepresidente de Vélez, campeón del Clausura 2011, expresó que nunca fue oficialmente informado de este nuevo torneo antes de la reunión.
El nuevo formato propiciaría el descenso de cuatro clubes por año.