Liga de Quito es una sombra de sí mismo. Es obra de las constantes lesiones, del bajo rendimiento de algunas figuras, de la mala suerte. Hay culpas repartidas. Pero la verdad es que el campeón no es el mismo que en diciembre ganó el título.
El empate de ayer 1-1 con Manta, en Manabí, fue una muestra de lo mal que está la ‘U’ sin sus delanteros titulares y con una zona de volantes muy cansada. Para remate, la zona defensiva, su mejor línea a lo largo del Campeonato, empieza a contagiarse de ese mal estado anímico y a fallar.
Ese empate generó un punto, que es muy poquito cuando el objetivo era sumar tres unidades para evitar que el Emelec se aleje en la punta de la tabla. El rival, que no ganaba hace seis fechas, también exigía al campeón hacer todo lo posible por ganar.
La Liga de ayer fue lo menos parecido a un equipo normal de Liga. En lugar de tres defensas hubo línea de cuatro. El gol fue obra de Ulises de la Cruz, quien jamás cabecea y ayer marcó de palomita. Liga tuvo más tiempo la pelota pero no atacó con profundidad. Hasta el uniforme fue extraño: no fue el blanco sino el negro, como si hubiera luto por la actual crisis.
Ayer, el Manta abrió el marcador cuando el reloj apenas iba en el primer minuto con 40 segundos. Fue un golazo de Efrén Mera, quien luego no volvió a aparecer en el cotejo con ese protagonismo que le dio su disparo de fuera del área que se convirtió en gol.
El disparo de Mera fue tan sorpresivo, que el arquero Alexaner Domínguez no voló. Hizo un amague de arrojarse pero terminó viendo cómo la pelota ingresaba por el ángulo de su izquierda.
¿El guardameta estaba algo salido? Quizás. Cuando Mera remató, Domínguez estaba parado en la línea del área chica. Era su puesto, claro, pero no tuvo la concentración para seguir la trayectoria de la pelota a tiempo. Por eso no alcanzó ni a pestañear.
El mérito es de Mera, que se tuvo fe. Pero también del Manta, que presionó desde el inicio, generó una desconcentración en Norberto Araujo que cedió un saque de banda, del cual nació el gol. Todo en 120 segundos.
Ese gol de camerino condicionó el cotejo. El Manta del DT Carlos Pico se lanzó para atrás y dejó que Liga se quedara con la pelota, aunque ejerciendo presión para evitar que los albos llegaran con claridad al arco.
Manta lo hizo bien, pero falló en un tiro de esquina: el meta Damián Lanza dudó en salir y De la Cruz voló y anotó, cuando el primer tiempo ya moría.
En el segundo tiempo, Liga fue superior y se quedó con el balón, pero no pudo sacarle mayor provecho a su posesión. En parte por los pases en los últimos metros, siempre malos. En parte, porque a Liga le falta un jugador que saque al equipo de su letargo. Si falta magia, ¿la de Franklin Salas?
Liga tuvo una gran opción cuando, tras un centro de Néicer Reasco, el balón pasó frente a la nariz de Lanza sin que Miler Bolaños ni Luis Bolaños llegaran a tiempo para anotar el gol del triunfo.
En otros tiempos, era gol seguro. Pero son estos tiempos, los de Liga de Quito sufriendo una dolorosa transición.