Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no quiso reconocerlo del todo, pero parece que en algún futuro se concretará el sueño de los países del llano de no jugar en ciudades de más de 2 500 metros sobre el nivel del mar.Durante un encuentro con los periodistas del Grupo de Diarios de América (GDA), ‘don Julio’, como lo dicen en Argentina, respondió a EL COMERCIO que es un tema “difícil porque estuvimos luchando varias veces con eso y hay un país que quedaría prácticamente fuera (Bolivia)”, admitió.
“Particularmente se le había propuesto distintas plazas, pero en este momento no soy capaz de emitir una opinión si continuará así o no. Lo que yo pienso es que no quiero discriminar a La Paz, pero La Paz tampoco tiene derecho a discriminar a Santa Cruz, Cochabamba, que también forma parte de Bolivia”, agregó.
“Pero cada país no tiene el derecho de escoger la ciudad donde quiere jugar. Ecuador quiere jugar en su capital, y lo mismo Bolivia, como un derecho”, le respondió este Diario, en la reunión realizada en las oficinas de la AFA.
“Este es un momento completamente distinto a lo que era antes. Los países que tienen ciudades de altitud para jugar y que dicen que jugar en ella es una ventaja, la mayoría de sus mejores jugadores no están jugando ahí. Tienen cinco o seis seleccionados, jugando afuera porque las posibilidades deportivas permitieron que ese país pudiera exportar”, agregó.
En la reunión realizada en la sede de la AFA, en la calle Viamonte, de Buenos Aires, los periodistas del GDA, también preguntaron sobre las otras selecciones. Pero Grondona primero respondió su análisis de la altitud.
“Cuando regresan a jugar, lo hacen en las mismas condiciones que aquellos que van a jugar una sola vez cada cuatro años. No creo que por un partido se pueda dificultar la clasificación. No me voy a enemistar con los pueblos boliviano y ecuatoriano por un partido cada cuatro años”, afirmó.
Aunque la Copa América está cada vez más cerca, el diálogo con el directivo se centró en las Eliminatorias del Mundial 2014 que tendrá como ausente a Brasil, que no las jugará porque será el país anfitrión de la cita ecuménica.
La ausencia de los brasileños afectará económicamente a todos los países sudamericanos, sobre todo en lo televisivo.
“Hay una merma en la parte televisión. Los contratos de los otros países se efectúan siempre a base de Brasil y Argentina. No es fácil comprar 18 partidos, pero no tener Brasil y Argentina. Esa es la realidad. Yo creo que las eliminatorias tendrán un deterioro económico por la apetencia que hay de jugar contra Brasil y Argentina en el mundo”.
Las selecciones argentina y brasileña reciben más dinero en los amistosos que en cotejos oficiales. Ante eso, Grondona dice que la Copa América es más un valor deportivo que económico.
Este hombre que está 32 años a cargo de la AFA ha pasado por todo: gobiernos militares, peronistas, radicales y siempre está en el mismo sitio. Nada lo ha removido. “He durado tanto tiempo acá porque quizá Dios me dio el don de sacarme la camiseta, el de Independiente primero y luego de Arsenal. Desde hace 32 años que no veo un partido en ninguna cancha argentina. Yo solo voy a los torneos internacionales”, confiesa.