Las familias de Marcelo Fleitas, Rodolfo Graieb y Rubén Capria se encontraban compartiendo un asado en Buenos Aires (Argentina), a finales de diciembre del 2005. Estaban de vacaciones y habían decidido reencontrarse como todos los años.
“Qué vamos a hacer cuando nos retiremos?,” recuerda Mariana Galioti, esposa de Fleitas, que se preguntaron los futbolistas. El primero en contestar fue el defensor de Emelec que en ese época defendía al Deportivo Cuenca.
“Yo quiero ser técnico”, respondió el zaguero inmediatamente, después de que se planteó la pregunta. “Y qué esperas para empezar”, le respondieron al unísono Capria y Graieb, a quienes conoció entre el 2003 y el 2004 cuando coincidieron en Barcelona.
Los dos estaban inscritos en el Campus Virtual de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA) y le recomendaron a Fleitas que hiciera lo mismo. “Es una buena opción y te permite seguir en actividad mientras sacas tu título”, recuerda el futbolista que le dijeron sus amigos.
Esas palabras fueron suficientes para que se convenciera de iniciar su preparación para ser técnico a distancia y vía Internet. Una semana después de esa plática se reunió con José Mercier, director general del Segmento Profesional de la ATFA, para cerciorarse de que el curso era serio y una vez que supo que en dos años obtendría su título, se inscribió inmediatamente.
La ATFA, según Mercier, cobra USD 200 cada año por concepto de matrícula. Los estudiantes pagan mensualmente ese mismo monto durante los dos años que dura el curso. El examen final es presencial y por él se paga la misma suma. Fleitas egresó hace dos años, pero aún no tiene su título.
Uno de los alumnos más representativos de la ATFA fue el ex delantero de la selección argentina, Gabriel Batistuta. Sus cursos cuentan con el aval de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Por las aulas de la ATFA han pasado, además, César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo, José Néstor Pekerman. También los campeones intercontinentales Juan José Pizzuti, Juan Carlos Lorenzo, Osvaldo Juan Zubeldía, Roberto Ferreiro, Héctor Veira, José Omar Pastoriza, Carlos Bianchi y Francisco Ferraro.
Fleitas volvió a estudiar luego de aproximadamente 20 años. El fútbol y el trabajo interrumpieron su preparación académica después de finalizar la primaria.
Su esposa cuenta que los problemas económicos lo obligaron a trabajar durante su infancia en la vulcanizadora que tenía su papá en Buenos Aires. Por la mañana se entrenaba en el club Leandro Alem, de la cuarta categoría, y por la tarde y noche trabajaba.
La falta de algunos conocimientos básicos hicieron que el curso le resultara difícil, principalmente durante en el segundo año. La materia de psicología, que fue la que más lo complicó, la aprobó con 6.7, la nota mínima permitida por la ATFA.
Por año rendía ocho exámenes en las aulas virtuales. Para responder cada cuestionario, recuerda, tenía un tiempo límite que fluctuaba entre los 10 y 15 minutos. Si no lo hacía en ese lapso la calificación era cero.
Fleitas aprovechaba las concentraciones previas a los partidos para estudiar. Su esposa era la encargada de recibir el material de trabajo por Internet, imprimirlo y luego llevárselo al lugar donde se encontraba concentrado con el equipo morlaco.
En ocasiones, dice, que alquilaba un taxi para ir a las concentraciones y entregarle los documentos de estudio para que se preparara y apenas regresara a la casa rindiera la prueba.
Marcelo Fleitas le sugirió a Gómez que siguiera el curso
Christian Gómez era compañero de habitación de Marcelo Fleitas cuando jugaban en el Deportivo Cuenca. El actual delantero del Centro Deportivo Olmedo sostiene que constantemente lo veía “sumergido en sus apuntes y solo dejaba de estudiar cuando comía y dormía”.
Esa modalidad de estudio cautivó al ‘Camello’, como se lo apoda a Gómez por sus 1,84 metros de estatura. “¿Por qué no te metés?”, le dijo Fleitas en una ocasión.
Gómez le dijo que lo iba a hacer, pero que antes pretendía seguir consolidando su carrera en el fútbol local. Para decidir matricularse tuvieron que pasar seis años. Este viernes se inscribirá y la próxima semana empezarán sus clases también a distancia.
Para tomar este curso tuvo que asesorarse. La semana pasada se reunió con Miguel Ángel Lemme, su amigo personal y ex asistente de campo de Diego Armando Maradona en el Mundial de Sudáfrica 2010. Él le dijo que el curso tiene prestigio.
Fue él quien lo trajo en 1999 al fútbol ecuatoriano cuando dirigía al Olmedo. Actualmente Lemme es coordinador de la selección sub 17 que estuvo en el Campeonato Sudamericano de esa categoría, que se realizó hasta la semana pasada en el país.
González y Aguinaga también estudian a distancia
Los jugadores de la categoría Sub 20 de Olmedo ingresan todos los días a la cancha del complejo del Batán, cuando finaliza la práctica del equipo principal.
Ahí el profesor Héctor ‘Pipa’ González los espera con un cuaderno de apuntes para dirigir el entrenamiento. Siempre está listo para poner en práctica los conocimientos que adquiere en el curso para técnicos que sigue en la modalidad a distancia.
Él terminó el mes pasado su primer año de estudios en la ATFA. Durante este nivel recibió clases de biología, formación técnica y física, metodología, pedagogía, reglamento y arbitraje y psicología deportiva.
El estratega ecuatoriano cuenta que este curso le ha servido para fortalecer los conocimientos prácticos que adquirió en su etapa como jugador.
Pero considera que esta profesión demanda un aprendizaje constante. Por eso participa de los entrenamientos del equipo principal por las mañanas y, por las tardes, del de los juveniles del ‘Ídolo de Riobamba’. “Trabajar con los dos grupos me ayuda a practicar las tareas que me encomiendan los profesores de la ATFA”, reconoce el ex futbolista.
Según el estratega, la materia que más dificultades le dio fue la de Reglamentos y arbitraje. “Los réferis son los que toman la decisión en las jugadas. Al reclamar se debe tener argumentos”, explica el ex jugador.
En los diferentes foros virtuales en los que recibe las clases e intercambia conocimientos con otros estudiantes, se ha encontrado con Augusto Poroso y Gabriel Fernández, ex jugadores del Macará. Incluso ha intercambiado criterios con Álex Aguinaga, estratega actual de Barcelona Sporting Club.
El ‘Pipa’ González cuenta que el éxito de quien estudia para convertirse en técnico consiste en investigar y estudiar.
En eso coincide Aguinaga. El ex seleccionado nacional obtuvo su título de técnico en México y ahora busca su segundo reconocimiento académico en los cursos virtuales de la ATFA.
Dice que lo más gratificante de esta experiencia es compartir criterios y vivencias con personas de distintas nacionalidades “donde el fútbol se ve y se siente de manera distinta”.
Al ‘Guero’ le falta menos de un año para finalizar sus carera y obtener su segundo título como DT.
Otros casos
Juan Carlos Burbano y Alberto Montaño, ex seleccionados nacionales, se graduaron en la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA), pero en la modalidad presencial.
Marcelo Velazco, ex defensor de clubes como Macará y Universidad Católica, estuvo inscrito en el curso virtual de la ATFA, pero se retiró.
Rubén el ‘Mago’ Capria y Rodolfo Graieb empezaron el curso virtual para técnicos después de su paso por Barcelona Sporting Club. Ellos aún no ejercen.
Los aspirantes al curso virtual de la ATFA necesitan como único requisito para matricularse haber terminado la primaria. Esta alternativa existe desde el 2006.
En Ecuador solo el Instituto Técnico Superior de Fútbol es el único centro que forma técnicos. Sus clases se dictan únicamente bajo la modalidad presencial.
En Bolivia el Instituto Superior de Entrenadores de Fútbol ofrece un modelo educativo virtual, para aspirantes a directores técnicos o preparadores físicos.