Solamente cuando el árbitro Omar Ponce pitó el final del partido, el entrenador del Deportivo Quito, Rubén Darío Insúa, pudo respirar con alivio. Ayer, bajo un solazo en la capital, el estratega gritó y gritó sin descansar, pidiendo orden a sus dirigidos.
Esa angustia tuvo un sustento: su plantel no se había entrenado con normalidad desde la suspensión del campeonato por la participación de Ecuador en las eliminatorias (hace 15 días). Pese a ello, los jugadores azulgranas mantuvieron en su memoria el trabajo que sí realizaron cuando no tuvieron que recurrir a la paralización en demanda del pago de salarios.
A eso apeló el estratega chulla, quien se hidrató continuamente con una botella de agua. Lucía su camisa cabalística color ladrillo y un pantalón de tela negro, parecida a la que usó cuando ganó con Barcelona el título de 1997.
“Tácticamente hicimos un partido brillante. El mérito es de los jugadores”, destacó Insúa en la conferencia de prensa, luego del partido.
El estratega argentino fue uno de los que también reclamó a la directiva por estar impago desde septiembre del año pasado. Pese a ello, apeló a la parte emotiva para que sus jugadores tomaran conciencia de la trascendencia de ese encuentro jugado ayer.
“Este partido tenía una gran importancia, es un clásico. Liga tiene buenos jugadores. Pero creo que el Quito hoy (ayer) debió ganar por una mayor diferencia”, agregó un poco más relajado, pero con un semblante serio. Es que su planteamiento opacó a las figuras universitarias. Realmente fue superior en la cancha, a pesar de ese problema extrafutbolístico que impidió semanas normales de prácticas.
Sin embargo, el aspecto físico es un tema que empieza a preocupar a Insúa. En la conferencia de prensa también explicó que las variantes que realizó pasaron por el cansancio de los jugadores Robert Flores y del mediocampista Álex Colón, quienes fueron los motores del medio campo azulgrana. Esta puede ser una complicación como consecuencia de la falta del ejercicio físico diario. “Hicimos modificaciones en el desarrollo del cotejo para refrescar, pero nunca dejamos de pensar en atacar”, agregó.
Con esta victoria, el Quito volvió al segundo lugar en la tabla de posiciones, lo que tiene tranquilo al entrenador y a sus jugadores.
Del otro lado de la vereda, Edgardo Bauza, entrenador de la ‘U’, salió insatisfecho de la cancha. Su molestia fue vidente durante el partido porque su equipo reaccionó en el segundo tiempo, pero sin peso ofensivo. “Cuando se lesionó (Carlos) Garcés hicimos pruebas y realmente el equipo funcionó bien. Ya en el partido, regalamos el primer tiempo jugando solo con (Pablo) Vitti en punta”, sostuvo.
El estratega no restó mérito al triunfo del Quito, pues ponderó su eficacia en esa etapa del partido, cuando marcó los dos goles. “Lo que me preocupa es que realmente a nosotros nos falta definición. Seguiremos trabajando, buscando las mejores opciones”, puntualizó Bauza. Sin duda, este error lo aleja aún más de la posibilidad de terminar primero.
Esas observaciones del entrenador argentino se sostienen porque la U este año no ha tenido un centro delantero que tenga pase en la ofensiva, tal como tenían en años anteriores. Sin embargo, este tema aún queda en discusión porque el rendimiento tiene altos y bajos, que aún no le dan la diferencia.