Lejos del frío polar de Pretoria, pero con hinchas uruguayos en las tribunas del Durban Stadium, Holanda dio un paso gigante a los octavos de final de la Copa gracias al gol de su armador, Wesley Sneijder, que contó con la complicidad del arquero Eiji Kawashima.
En este choque de equipos ganadores de la primera fecha del grupo E y luego de no sacarse diferencias tras un primer tiempo con escasas emociones, el peso de las individualidades del equipo naranja hicieron la diferencia, ante un rival que vendió cara su derrota hasta el final.
De hecho, Japón generó las situaciones más claras de la primera mitad y, una vez en desventaja, tuvo varias chances para empatar sin descuidar el inteligente planteo de su técnico, Takesho Okada que, consciente del poderío holandés, montó una muralla con tres volantes de contención que obligaba la circulación de balón por parte de los ‘naranjas’ que no podían llegar a Kawashima.
Apenas un tiro libre desviado de Sneijder y un intento de chilena de Kuyt en el área chica fueron las llegadas más claras de Holanda en la primera mitad.
Sin embargo, a los ocho minutos del complemento, el volante del Inter tuvo una segunda oportunidad de media distancia y no falló. Mejor dicho, el que falló fue el arquero Kawashima que se metió la Jabulani para adentro del arco, cuando parecía tener la pelota dominada.
Japón, por su parte, también probó de afuera del área en varias oportunidades para lograr el empate que nunca llegó, principalmente, por falta de dirección y contundencia.
“A estos niveles, no es fácil (ganar), como demuestran los ejemplos de Francia, Inglaterra o Alemania ” , señaló Van Marwijk, entrenador, sobre los recientes tropiezos de otros teóricos favoritos. “No hemos jugado tan bien como en la preparación, pero hemos merecido la victoria”, apuntó.
Sin embargo, brillan más los seis puntos que ondean en el casillero de Holanda que el juego desplegado por la ‘orange’ hasta el momento en este Mundial 2010.
El equipo entrenado por Bert Van Marwijk está clasificado para la siguiente fase, sin utilizar ni un solo minuto a su mejor jugador, Arjen Robben. El técnico de Deventer volvió a reservar al crack del Bayern de Múnich, recién recuperado de una lesión, al que ni siquiera le dio minutos en la segunda mitad.
Y no porque el partido no le necesitase, pues la muralla japonesa dispuesta por Takeshi Okada fue inexpugnable para los europeos durante el primer período, en los que solo acumularon un remate entre palos y sin demasiado peligro, por otro de los disciplinados futbolistas asiáticos.
Pero cuando probablemente por la cabeza de Van Marwijk comenzaba a rondar la idea de sacar a su arma secreta, llegó el gol de Wesley Sneijder, un tanto que vuelve a certificar que el de Sudáfrica está siendo un Mundial horrible para los porteros. ¿Por culpa del Jabulani? No se sabe.
No obstante, y pese a que Holanda le metió emoción al tramo final, en la última jugada del partido Okazaki tuvo el empate en su bota izquierda, pero remató alto un balón precioso. Así botando y en la frontal del área pequeña de cabeza Tanaka, que se marcó un buen partido ganándolo todo en el juego aéreo, hubiera hecho un gol merecido para Japón.