Los jugadores de Barcelona fueron despedidos por 500 hinchas en el aeropuerto de Guayaquil, ayer. Los aficionados desearon suerte a los toreros que se desplazaron a México para su juego de mañana ante el Toluca por la Libertadores, a las 22:15 (de Ecuador).
Ahí, el técnico Gustavo Costas rompió el silencio. Negó divisiones entre jugadores y repitió en reiteradas ocasiones que el equipo necesita un triunfo para recuperar la confianza.
El DT argentino desmintió que renunció a su cargo como se especuló la semana pasada. “Si yo veo que no puedo darle vuelta a esto, seré el primero en dar un paso al costado. El club no necesita pagar mi contrato, yo me iré”, aclaró el estratega argentino.
Dijo que no aceptará indisciplina dentro del equipo. Incluso, reveló que conversó con el delantero argentino Ariel Nahuelpan y Michael Arroyo para evitar que discutan antes de la ejecución de tiros libres. Esto ocurrió en el partido ante Boca Juniors, el miércoles pasado, en el estadio Monumental.
“No soy tonto para no ver si algún jugador está borracho o tomó. Uno ve sus ojos y si no están rojos se puede percibir su aliento. Si alguien se manda un error de esos se va”, advirtió el entrenador.