¿De gordo a Hulk? Las eufóricas celebraciones de Luis Caicedo tras sus dos últimos goles con Barcelona, donde ha simulado arrancarse la camiseta, captaron la atención de los hinchas. Los aficionados, en redes sociales, bromean ahora con el apodo de ‘hombre verde’ para el mediocampista.
Caicedo, que se adueñó de la titularidad de Barcelona en los últimos cuatro partidos del torneo, recuerda que el sobrenombre de ‘Gordo Lucho’ lo lleva desde la niñez.
Se lo pusieron en el barrio esmeraldeño Nuevos Horizontes. Un vecino -al que llamaban ‘Don Cubano’- lo bautizó con el apodo mientras jugaban en las calles con arcos de piedra.
El sobrenombre nunca molestó a Caicedo. Tampoco le disgusta la idea de ser comparado con el verde y musculoso héroe de los cómics. Eso sí, reconoce que ya es tarde para un nuevo ‘bautizo’.
Él dice que ‘arrancarse’ la camiseta después de anotar no es una falta de respeto con su club. Para el mediocampista esta acción demuestra la garra que deja en la cancha. Es además -afirma- una manera de demostrar empatía ante el sufrimiento de los hinchas en las gradas al ver al equipo sin triunfos.
Tres goles en este año ubican al volante entre los goleadores del cuadro canario. Caicedo busca el arco rival por convicción propia. Dice que sus ganas de ganar en todos los partidos lo empujan a pisar el área contraria. Además, su estatura (1, 84 m) y su potente salto le dan ventajas en el juego aéreo.
La entrega en la cancha es su característica. Su figura impone respeto entre los rivales. Para mantenerse en buen estado físico, cumple, además del entrenamiento en la cancha del Monumental, una dieta que deja de lado las frituras y comidas con alto contenido graso.
El esmeraldeño de 34 años disfruta del pescado encocado. En ocasiones, se escapa a degustar este manjar en una hueca que no quiso delatar.
La música también es parte de su vida. La salsa es su ritmo preferido. La escucha en su vehículo tras los entrenamientos.
La fuerza que muestra en los partidos contrasta con la alegría que demuestra al final de las prácticas. Él suele salir de la cancha alterna del estadio Monumental bromeando y bailando con José Luis Perlaza y Máximo Banguera.
Caicedo, que fue campeón con Olmedo en 2000 y con Barcelona en 2012, tiene como tarea pendiente jugar un Mundial. Admite que las opciones son mínimas, pero no pierde la esperanza de ser llamado por el estratega Reinaldo Rueda para los próximos encuentros amistosos de la Tri ante Holanda, México e Inglaterra.
Él dice que jugar con la Selección nacional en la cita de Brasil sería una revancha. La única vez que fue convocado para jugar un torneo internacional con la Selección fue en la Copa América de Venezuela en 2007. En aquella ocasión se lesionó y quedó excluido del conjunto que dirigía Luis Fernando Suárez. Su puesto lo ocupó Pedro Quiñónez. Por esto, sigue enfocado en mejorar con Barcelona, aunque reconoce que el equipo no juega bien todavía. Confía que esto se superará y que la paralización del campeonato por el inicio del Mundial será provechosa para el club.
Desmintió que el equipo esté dividido en el camerino. Advirtió que siempre se esfuerza por buscar la titularidad ante Flavio Caicedo y Álex Bolaños.
Eso sí, él no se relaja. Reconoce que Mushuc Runa (rival de Barcelona hoy, desde las 11:30) es undécimo en la tabla de ubicaciones, pero será complicado en la cancha.