Inglaterra y Estados Unidos empataron ayer 1-1 en la jornada inaugural del grupo C de Sudáfrica 2010. La llave mundialista se completa hoy con el juego entre Argelia y Eslovenia, que se desarrolla desde las 06:30 de Ecuador.
En el partido, Inglaterra volvió a recordar uno de sus viejos males: no tener un buen golero. A los 40 minutos, el golero Robert Green cometió un error garrafal al dejar pasar un disparo inofensivo de Clint Dempsey.
fakeFCKRemoveLos ‘Three Lions’ habían empezado de forma contundente y el capitán Steven Gerrard sacudió las redes norteamericanas ya a los cuatro minutos tras una brillante combinación con el delantero Emile Heskey.
Los estadounidenses no se dejaron arrinconar en su área y permitieron un juego abierto y disputado con mucha intensidad en Rustenburgo.
Inglaterra mostró un juego ágil durante gran parte del encuentro jugado en el estadio Royal Bafokeng de Rustemburgo, con el ánimo encendido en busca del que debe ser su segundo título mundial tras el ganado como anfitrión del Mundial de 1966.
Fiel a la tradición inglesa reclamada por el seleccionador Fabio Capello, los jugadores imprimieron al juego un ritmo rápido y vertical, que fluyó bien por el mediocampo ocupado por Gerrard y Frank Lampard.
En contra de especulaciones previas, ambos volantes no se estorbaron en la mitad de la cancha. La gran estrella del equipo, el atacante Wayney Rooney, no estuvo afortunado frente a los tres palos. Un disparo suyo desde fuera del área erró por poco la escuadra izquierda del arco defendido por Tim Howard en el 74’.
Cuatro minutos antes no había conseguido conectar bien un cabezazo cuando estaba solo frente a la portería, en un salto demasiado forzado por la altura de la pelota.
El combinado estadounidense aceptó el envite durante todo el partido y le jugó de igual a igual a los ingleses. Los dirigidos por el técnico Bob Bradley plantaron cara a los ingleses sobre todo en el primer tiempo.
Tras el desastre de ayer, es posible que el joven arquero Joe Hart, del Birmingham, y el veterano David James, del Portsmouth, vuelvan a contar con posibilidades de probar suerte en el que, como se volvió a confirmar hoy, es el puesto tradicionalmente peor ocupado de Inglaterra.
El técnico Fabio Capello salió muy molesto de la cancha tras el resultado. “En nuestra planificación estaba previsto ganar este partido. Sin embargo, aún tenemos dos partidos más para reivindicarnos”, dijo el DT.
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