Cruzó los brazos y se quedó inmóvil en la esquina del área de técnicos. El entrenador del Imbabura, Wilson Armas, observó en silencio los abrazos que se dieron los jugadores del Espoli, tras anotar el gol que les dio la victoria (2-0) ayer en el estadio de Santo Domingo.
Diego Lara, volante de Espoli, remató corto hacia el arco contrario tras recibir un pase de Javier Guarino, en el minuto 86.
El técnico del club policial, Santiago Ostolaza, levantó los brazos hacia el cielo y gritó fuerte hasta que el rostro se le enrojeció.
Era la primera victoria que obtenía Espoli en lo que va del campeonato. Esa lo ubica penúltimo en la tabla de posiciones, con cuatro puntos, y dos sobre su rival de ayer, Imbabura.
El primer gol del Espoli lo anotó Carlos Quillupangui, en el minuto 60. El jugador Ives Quintana se llevó el balón por la punta derecha desequilibró a un defensa y le entregó el balón a Quillupangui.
El técnico Ostolaza los aplaudió y empezó a mirar el reloj. Caminaba de un lado para otro, se limpiaba el sudor del rostro y pedía a sus jugadores que presionaran en el medio de la cancha.
Armas, en cambio, les decía a sus jugadores que buscaran la pelota en los saques de banda y que al robar la pelota sean más rápidos a la hora de atacar, pero las indicaciones fueron en vano.
Imbabura mostró poco fútbol en el medio del campo. El ‘mago’ Franklin Salas no tuvo acompañamiento y apenas tocó el balón durante el partido.
Unas 150 personas vieron ganar al Espoli en el estadio Santo Domingo de los Tsáchilas. Celebraron como si fuera un cotejo definitorio. Fuera del estadio, las barras esperaron a los jugadores para felicitarlos.
El domingo, el cuadro del ‘Gallito’ deberá medirse con Liga de Quito, en el estadio de Ponciano.