El Emelec dictó cátedra de fútbol en la cancha del Bellavista, con su contundente triunfo de 4-1. Los seguidores del ‘Ídolo de Ambato’ abandonaron el escenario insultando a los jugadores y al cuerpo técnico. Desde los graderíos se escuchaba: “¡Ya basta!” y “¡Que se vayan todos!”.El resultado agrava la crisis del club ambateño, estancado en el fondo de la tabla acumulada, la cual decidirá al final de la etapa cuáles serán los equipos que se irán a la Serie B.
Emelec liquidó el pleito con tres goles en el primer tiempo, que empezó con un peligroso remate de David Quiroz que ya advirtió del potencial de la visita.
En respuesta, el delantero celeste Roberto Mina desaprovechó un centro enviado por Pedro Larrea, al minuto seis. Esa fue la más clara aproximación al arco que tuvo el Macará en el primer tiempo, porque todo el resto del período fue para el cuadro azul.
Al minuto 12, el defensa Marcelo Fleitas, con un pase largo y preciso, permitió que Quiroz rematara. Ese fue el primer gol.
Los errores celestes, a partir de ahí, se repitieron. El equipo falló en los pases y se mostró nervioso. No pudo manejar las urgencias que tenía de ganar puntos.
Las imprecisiones llevaron al segundo tanto eléctrico. Al minuto 21, el arquero Wilmer Zumba salió a destiempo y el goleador eléctrico Jaime Ayoví, el más efectivo artillero ecuatoriano de la Serie A, aprovechó la falla y marcó.
El DT celeste, Víctor Riggio, constantemente pidió concentración a su plantilla, que tuvo como punto más bajo al defensa Julio Ayoví. A los 29 minutos fue cambiado por Jaime Iván Kaviedes.
El ‘Nine’ dio movilidad al equipo, pero eso duró poco. Diez minutos después también fue anulado por los defensas del Emelec.
El juvenil emelecista Marcos Caicedo, cuando el primer tiempo terminaba sacó ventaja de un mal despeje de Cristian Castro y, con un potente disparo de su pierna izquierda, anotó el tercer gol.
En la segunda etapa, el ‘Bombillo’ manejó el balón aunque sin aumentar la presión. A los 68 minutos llegó el cuarto tanto del pie de Rojas. El gol del descuento lo puso Pedro Larrea al minuto 80. Ese gol no se festejó.