En el fútbol ecuatoriano es poco habitual que un entrenador cumpla largos procesos al frente de un equipo. Por lo general duran una o dos temporadas y luego se van, por decisión propia o por malos resultados.
El entrenador argentino Edgardo Bauza rompió ese esquema con Liga de Quito y juntos se convirtieron en un ejemplo en el cumplimiento de procesos. El DT rosarino lideró a los albos durante ocho años con resultados favorables y adversos, desde el 2006. Solo se ausentó en el 2009, año en el que digirió el uruguayo Jorge Fossati.
Así, el ‘Patón’, como es apodado, se convirtió en el segundo estratega con mayor tiempo al frente de un club, detrás del nacional Carlos Sevilla, quien comandó en nueve temporadas (en distintos años) a Deportivo Quito, según los datos del estadígrafo Aurelio Dávila.
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Para la siguiente semana está previsto que Bauza anuncie su continuidad o salida del cuadro universitario. Mientras que la directiva ya trabaja en la búsqueda de un nuevo estratega.
La primera Copa Libertadores para Ecuador
Su legado, en ese lapso de tiempo, culminó con dos títulos locales (2007 y 2010) y dos internacionales, Copa Libertadores 2008 y Recopa Sudamericana 2010. El primer torneo es el más importante de la región y Bauza llevó a Liga de Quito a ser el único club ecuatoriano en inscribir su nombre en ese trofeo.
Aquel certamen lo empezó como una ilusión. Jamás ofreció el campeonato ni ser finalista. Siempre dijo que quería ir paso a paso, hasta que llegó al momento culminante. Incluso ahí, supo manejar un discurso alentador pero sin triunfalismo. Por ello saboreó el éxito tras la sorpresa ante el Fluminense en suelo Brasileño.
Pero todo se acaba. El tiempo de Bauza en la ‘U’ se extinguió con el paso de los días. El 2011 fue su último año de éxito, cuando alcanzó otra final de Copa Sudamericana, pero cayó ante el entonces ‘poderoso’ Universidad de Chile. A partir de entonces, Liga no ha podido recuperarse. Sin embargo, Rodrigo y Esteban Paz lo han respaldado incondicionalmente, pero consideran que luego de tanto tiempo, ya es hora de cambiar de aires, de estilo, de entrenador.