Del amor al odio. Así ha sido la relación del delantero argentino Marcos Mondaini con la hinchada de Emelec. El ‘Diablo’, como apodan al futbolista, llegó al equipo eléctrico en el 2006 procedente de las divisiones formativas de Boca Juniors de Argentina.
El sentimiento entre el futbolista y los azules se afianzó con sus 12 goles anotados en los 41 partidos que jugó en esa temporada. Mondaini dejó una huella junto con su compatriota Luis Miguel Escalada (ahora en el Quito).
La campaña le sirvió al argentino para regresar al equipo de Boca, que fue donde se formó. Eso distanció el vínculo entre los hinchas del ‘Bombillo’ y el jugador.
Dos años más tarde, los lazos amorosos entre las dos partes se rompieron. Los azules calificaron como una ‘traición’ la vinculación de Mondaini a Barcelona, en el 2008. Luego el jugador, de 27 años, pasó por Nacional de Uruguay, Atlético Nacional de Colombia, Chivas de Estados Unidos y el Boca Juniors argentino.
En ninguno se destacó como lo hizo en Emelec. “Uno esperaba tener más continuidad, pero no se dio lo que pensaba. No llegué a sentirme cómodo en esos clubes como fue en Emelec, en donde tuve confianza y eso ayudó en el 2006”, dijo el jugador a su vuelta al país para esta temporada.
Este año el rendimiento del jugador todavía no ha cautivado por completo a los azules. Sin embargo, la participación futbolística en los últimos dos partidos de la Copa Libertadores devolvió la confianza del hincha en Mondaini.
El fin de semana, un grupo de hinchas que conversó con el jugador en la firma de autógrafos le condicionó a Mondaini con un requisito para recuperar la confianza: ganar el clásico a Barcelona, mañana a las 19:30.
El ‘Diablo’ también pondrá a prueba la fe que tienen los amarillos en los defensas Jairo Campos y Frickson Erazo, para ganar el clásico y cautivar a los azules.